Muchas son las ganaderías de bravo que salen a la búsqueda de vaqueros o mayorales para sus distintas explotaciones ganaderas. Este es el caso de una vacada que pasta en el término municipal de Navalmoral de la Mata (Cáceres). Como ya hemos contado en varias ocasiones, el éxodo masivo de la gente del campo hacia la ciudad está dejando cada vez con menos mano de obra a los ganaderos de la zona.
Esto está provocando que se tomen caminos alternativos para encontrar ese personal cualificado que pueda desarrollar dicho trabajo de la forma más eficiente. La primera opción es ver si hay continuad en las familias de esos mayorales y vaqueros, de no haberla existe la opción de tirar de picadores, gente normalmente de campo que saben manejar el ganado debido a su experiencia a caballo. De no conseguirlo muchos se van a los distintos portales de oferta de empleo, publicando anuncios para poder encontrar ese trabajador cualificado que quiera recalar en la ganadería.
Otra opción valorada por los ganaderos es ponerse en contacto con la Asociación Nacional de Mayorales (UMAVACAM), lugar donde se forman aquellos que quieren trabajar junto al toro bravo. Una opción que está llevando a muchos jóvenes a poder trabajar en vacadas de prestigio donde poder cumplir el sueño de trabajar junto al toro bravo. Esta opción requiere de un tiempo de aclimatación y aprendizaje, algo que harán junto a esos hombres veteranos de campo.
La oferta de esta ganadería cacereña
“Se busca personal para trabajar con ganado bravo y trabajo con el tractor. Se ofrece vivienda en la finca” se podía leer en el anuncio publicado en Jooble, web especializada en la búsqueda de empleo. Un trabajo nada fácil y para el que se necesita una constancia y un sacrificio a prueba de bombas. Una labor donde el trabajador no debe mirar el reloj al ser este un puesto que requiere de total disponibilidad, ya se sabe que el animal bravo no entiende de días ni de horas.
El nombre del propietario de la finca y de la ganadería en cuestión se prefieren mantener por el momento en el anonimato, no haciendo constar más señas que la población donde se encuentra la vacada y los requisitos mínimos para optar a dicho puesto. Una oferta de empleo que se publicó el pasado mes de febrero, no existiendo todavía fumata blanca que obligue a eliminar el anuncio de la web antes mencionada.