En la finca ‘Valdefresno’, situada en la localidad salmantina de Tabera de Abajo, se encuentra la ganadería de José Enrique Fraile de Valdefresno, una vacada de procedencia Lisardo-Atanasio. En estos pagos del Campo Charro se van rematando los toros y los novillos de cara a una temporada que poco a poco empieza a tomar cuerpo. Se trata de una vacada que, tras la división familiar, lleva en solitario un ganadero que conoce a la perfección esta sangre al haber estado trabajando codo a codo con su padre y su hermano todos estos años.
Se trata de una ganadería creada en 1996 por D. Nicolás Fraile Martín, padre del actual ganadero, con vacas y sementales de Valdefresno, utilizando para esta vacada el hierro primitivo de D. Juan Luis Fraile Valle, pasándose a anunciar a nombre de sus nietos Hnos. Fraile Mazas. En el 2020 tras el fallecimiento de su propietario pasa a las manos de D. José Enrique Fraile Mazas, formándose dicha ganadería tras la división de la vacada de Valdefresno, pasándose a anunciar como José Enrique Fraile de Valdefresno.
Tras la división de la ganadería familiar, Nicolás Fraile se quedó con el hierro y el nombre original de la ganadería -Valdefresno- que había creado su padre, mientras que su hermano José Enrique heredó el segundo hierro familiar y la finca madre también en Tabera de Abajo, esa donde pasta una camada que ya conocen un buen número de veedores, tanto de empresas como de toreros, esos que la tienen apuntada en rojo de cara a esta inminente temporada donde el hierro de José Enrique Fraile de Valdefresno está muy bien colocado.
Una divisa que conoció de primera mano nuestro compañero Pablo Ramos repasando cada cercado de la finca y fotografiando tanto machos como hembras de una vacada que tiene por delante un ilusionante 2024 donde las miras están puestas en la primera plaza del mundo. “Para este año tenemos una corrida muy en tipo de aquello que se exige en Madrid, los veedores de la empresa ya la conoces, seguramente se lidie durante el verano”.
“Es una camada muy en tipo de la casa, hay toros de plaza de primera pero también corridas más bonitas. Tenemos un total de 30 toros para este año y un par de novilladas con caballos. Aquí apostamos por el futuro, y aunque las novilladas en ocasiones veces son deficitarias, es importante dejar animales para este tipo de festejos”, nos comentaba su propietario.
Una vacada que el año pasado lidió un ramillete de festejos dentro de una temporada marcada por la regularidad. “Lidiamos toros importantes en la Copa Chenel, también me gustó mucho el de Salamanca, festejo en el que estuvimos presentes gracias a Morante de la Puebla. Luego hubo otro toro que nos gustó mucho en la encerrona de Fortes en Antequera, además de distintas novilladas donde el nivel fue alto. El balance en conjunto fue muy positivo. Poco a poco, vas viendo que lo que vas lidiando lo vas asegurando para que embista”.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
