En el término municipal de Aranjuez (Madrid) se asienta desde hace algo más de una década la vacada de Torrenueva, un hierro que pastaba anteriormente en la finca colmenareña de “El Zahurdón”, cambiando de ubicación para asentarse en la “Hacienda San Juan”, entre San Martín de la Vega y Ciempozuelos. Con señal de oreja despuntada la derecha y orejisana la izquierda y una divisa naranja y verde, la vacada se va erigiendo poco a poco en un circuito donde ha encontrado su sitio en las novilladas con picadores, un escalafón donde ha demostrado en más de una ocasión el nivel alcanzado por la misma.
Pese a tener un buen mercado en ese circuito, no ha sido un hierro que se haya cerrado a lidiar toros tanto en festejos populares como en corridas de toros. Una vacada que comenzó su andadura en 1995 con la adquisición de 63 vacas y tres sementales de los Herederos de don José Cebada Gago. Posteriormente, en los años 1999 y 2000 se incrementó con otros dos lotes de vacas y sementales de la misma procedencia. También en el año 2000 se incorporó a la explotación un semental de Torrestrella. En el año 2002 se adquirieron un lote de vacas y cuatro sementales de la Ganadería Marqués de Domecq -llevados por separado- que acabaron vendiendo.
Miguel Fernández: «Todo está vendido ya para este año»
Desde hace años su actual ganadero junto con todo el equipo que la forman se esmeran en cuidar un tipo de toro muy definido tanto en fenotipo como en genotipo, un hierro que gusta al aficionado por el encastado comportamiento de sus reses. Miguel Fernández sigue luchando por poner a su ganadería en primera línea, para ello sigue apretando en los tentaderos para seguir sacándole el máximo a un tipo de animal exigente, pero muy agradecido cuando se le hacen las cosas bien.
«La ganadería la empecé en el año 95 en una finca de Arganda del Rey, luego nos fuimos a Colmenar Viejo, posteriormente a Salamanca volviendo nuevamente a Colmenar Viejo. Pero hace unos años surgió la oportunidad de mudarnos a la Hacienda San Juan, esa que en su día dio cobijo a los animales de Hernández Pla, y no nos lo pensamos. Es una finca ideal para la cría del toro bravo, con grandes pastos y una extensión ideal, de momento aquí nos quedaremos«, comentaba Miguel Fernández Guillén, ganadero de Torrenueva, en palabras a este medio.
En esta finca situada en el término municipal de Aranjuez, su ganadero tiene preparada para esta temporada una camada no muy amplia pero sí muy depurada, tanto en hechuras como en reatas. «Para este año tenemos varios toros y unos quince utreros. Gracias a Dios los toros de saca están prácticamente vendidos, este año los veedores y las empresas han madrugado y eso se nota. Estar en plano mes de febrero con gran parte de la camada vendida es una bendición», añade.
110 vacas de vientre en la actualidad
Una vacada que actualmente se compone de 110 vacas de vientre y varios sementales, un número perfecto para un ganadero que es consciente del lugar que ocupa. «Nuestra intención es mantenernos en ese número de reproductoras, más sería no hacer las cosas con cabeza. Actualmente, cuesta mucho dar de comer al ganado debido al alto precio de las materias primas, por ello creemos que este número de cabezas es el correcto para una ganadería como la nuestra«, añadía el ganadero.
Para conocerla de primera mano se fue hasta tierras madrileñas nuestro compañero Pablo Ramos, el cual fotografió para Cultoro toda la camada de una ganadería que poco a poco va cumpliendo etapas de cara a su consolidación definitiva.
FOTOGALERÍA PABLO RAMOS