En las fincas ‘Las Olivillas’ en Cañamero (Cáceres) y El Cortijo, en Alcaudete de la Jara (Toledo) se encuentra la vacada de Cortijoliva, no confundir con Valdeolivas, en su día propiedad de la familia Gil. Un hierro que tiene una historia detrás que merece ser contada al proceder de la formada en 1927 por D. Gonzálo Barona con vacas de Ildefonso Sánchez Rico, procedentes de Contreras, y un semental de D. José Bueno, procedente de Albaserrada, agregándose posteriormente reses de D. Amador Santos que procedían de Aleas.
Sería en 1940 cuando la ganadería fue adquirida por D. Juan Antonio Álvarez García, el cual la vendió en 1965 a D. Joaquín Rodríguez Gómez, que anunció `Cortijoliva´, nombre que sigue manteniendo actualmente. En 1970 adquirió un lote de vacas y un semental de D. Lisardo Sánchez, pasando la ganadería a manos de su hijo D. Joaquín Rodríguez Mayoral tras el fallecimiento de su padre en 1981. En 1992 se elimina lo procedente de Contreras, deshaciéndose de un encaste al que costaba mucho trabajo dar salida por las exigencias veterinarias.
Durante 17 años la ganadería se mantuvo en manos de la familia, apostando esta por un tipo de toro muy definido tanto en fenotipo como en comportamiento. Pero tras la crisis que afectó severamente al país en 2008 y viendo que el nombre de la vacada había perdido peso en el circuito, los poseedores de la vacada y los derechos de la misma deciden ponerla a la venta, siendo comprada por Luis Alfonso de los Reyes, un gran aficionado que cumplió así el sueño de ser ganadero.
“Compramos el hierro, 134 vacas, 7 sementales, 58 añojas, 21 eralas y 1 utrera el 4 de mayo de 2009, comenzando así nuestra andadura como ganaderos de bravo” nos comentaba su actual propietario. “Este 2024 haremos 15 años al frente de la ganadería, y la verdad que estamos viendo cosas muy positivas que nos permiten ser optimistas de cara al medio plazo” acababa comentándonos su actual propietario.
Una vacada que ha sabido capear el temporal y pese a la dureza vivida años atrás, siguen luchando por este emblemático hierro: “Seguimos con la línea Atanasio-Conde de la Corte. Respecto al número de vacas tenemos pocas, ya que hemos quitado muchas con la crisis y la pandemia. Llegamos a tener unas 150, y ahora tenemos, nos quedamos en esas 60 que te comenté hace un segundo. Hemos quitado mucho y hemos hecho mucha selección”.
Luis Alfonso mira al futuro siendo consciente del toro que cría en su casa: “El año pasado echamos una novillada picada en Sepúlveda; salió muy fuerte el encierro, dos novillos muy buenos pero muy astifina y muy grande. Fue muy complicada. Son toros bravos, muy encastados, entraron tres o cuatro veces al caballo… fue complicada para chavales”.
La cita de Villaseca de la Sagra este sábado
“Para este año tenemos 25 erales, y de momento no tenemos nada más que apalabrado lo de Villaseca de la Sagra, donde lidiaremos en el Alfarero de Plata. Se trata de una plaza donde nos hace especial ilusión poder estar, es un pueblo que en pocos años se ha convertido en un referente, un coso donde se le da oportunidad a ganaderías como la nuestra. Vamos con ilusión, esperemos que salgan las cosas bien y podamos lidiar el resto de los animales” exponía.
Por el momento su único objetivo se centra en los festejos sin caballos, pese a tener la lógica ilusión de ver lidiar sus cuatreños en plazas importantes, esas donde aún tiene cabida un animal como este: “Nos gustaría guardar para corrida de toros, pero de momento está muy complicado. Estamos con la intención de seguir seleccionando y seguir intentando obtener una mayor toreabilidad del ganado”.
Un ganadero que también posee un segundo hierro con animales de distintas procedencias: “Tenemos otro hierro, el de Julián de los Reyes, que originariamente llevamos en la finca ‘El Nebrillo’ en Navalmorales de Pusa (Toledo). Esta se forma por compra de vacas de Tomás Giménez López, que son eliminadas y sustituidas por otras de José Luis Lozano, procedencia Gracialiano y otro lote de vacas procedente Murube-Urquijo, adquiridas a través de Palomo Linares con el que mi padre tenía una gran amistad. Se han ido añadiendo a ésta línea sucesivamente sementales de Berrocal, Gabriel Rojas y algunas vacas y un semental del Ventorrillo”.
