Este mes de mayo se cumplirán cinco años desde que Fernando Domecq Solís falleciera a los 73 años de edad tras una larga enfermedad. Con él, se iba uno de los ganaderos más importantes del último cuarto de siglo XX y comienzos del XXI, un criador de bravo que dirigió durante años la divisa de Jandilla y que puso al hierro de Zalduendo en un lugar privilegiado del escalafón. Un ganadero que tuvo una especial vinculación con Sevilla, sin ir más lejos, vino al mundo en el Palacio Marqués de la Motilla, de la familia Solís, en pleno centro de la capital hispalense.
Pese a llevar durante años el hierro familiar de Jandilla, fue en 1988 cuando comenzó el citado proyecto con la vacada de Zalduendo, lidiando su primera corrida en 1992. Sería en 2014 cuando la familia Bailleres se haría con la ganadería cacereña, quedando en manos de Fernando y sus hijos la finca ‘Moheda de Zalduendo’, el Alisea, cuartel general de una vacada que se trasladó a la finca vecina de ‘Los Guateles’, actualmente rebautizada como ‘Zalduendo’ propiedad hasta ese momento de Miguel Báez ‘Litri’.
«Nuestro padre era un enamorado del toro bravo»
Tras la venta de la ganadería, Fernando Domecq dejó de tener ganado tras más de 40 años como referente en este sector. A su muerte dejó un legado ganadero que con el tiempo recogieron tanto sus hijos como su mujer, los cuales han vuelto a retomar ese sueño ganadero que nunca se le fue de la cabeza a su añorado y querido padre. Por todo ello y gracias a la ayuda de amigos y familiares comenzaron desde cero marcando a fuego sus animales con el hierro de Marcos Núñez. Hay que recordar que Fernando Domecq Solís estaba casado con Cuca Núñez Coronel, otro apellido ilustre del campo bravo.
Pese a querer ir despacio y no tener la intención de ampliar la vacada con cientos de hembras, no podía seguir herrando sus animales bajo el paraguas de la divisa gaditana, de ahí que se adquirieran los derechos del hierro de Marqués de Albayda, cambiando el nombre de este al de María Domecq Núñez, hija de Fernado Domecq. Según puso saber este medio, años después de la venta de la ganadería y por expreso regalo de familiares y amigos volvieron a ‘Moheda de Zalduendo’ animales bravos, en esta ocasión portaban los hierros de Juan Pedro Domecq, Jandilla y Daniel Ruiz.
“Nuestro padre era un enamorado del toro bravo, tenía una cabeza privilegiada y un concepto del toreo que le llevó a ser respetado por toreros, ganaderos, taurinos y aficionados. Tenía un tipo de toro en la cabeza, ese por el que trabajó toda su vida y que acabó consiguiendo” nos comentó Fernando Domecq Núñez en una entrevista que se pudo leer en este medio el 3 de agosto de 2022.
Un proyecto que tuvo en la final del I Bolsín Taurino “La Oportunidad” de Zorita, allá por el verano de 2022, el debut como ganadero de los hijos de Fernando, lidiando en ese momento bajo el paraguas de la divisa familiar de Marcos Núñez al no tener por esa fecha un hierro propio, siendo 55 Oropéndolo, 56 Majareta, 57 Número, 58 Hebreo, 59 Latoso y el 60 Impetuoso los animales reseñados para dicho festejo.
Por lo tanto, y pese a debutar como ganaderos en el citado verano de 2022, ahora lo harán bajo el hierro y la denominación actual. Será con un novillo en la plaza de toros de Moralzarzal el próximo sábado 17 de febrero en un festival taurino a favor de la Sociedad Española de Cirujía Taurina, siendo Cayetano Rivera el espada que ha apostado por una vacada familiar a la que le une una vinculación especial, sin ir más lejos, Zalduendo fue el hierro con el que tomó la alternativa en Ronda.