CAMPO BRAVO

Compran a Joselito y a Las Ramblas 40 vacas y sementales y crean una nueva ganadería en Cáceres


domingo 25 febrero, 2024

Hablamos con Juan Antonio Alonso, hijo de mayoral, y actual ganadero en tierras cacereñas que ha creado un nuevo hierro.

Vaca
Vaca brava con su becerro. © Pablo Ramos

Desde hace un par de años, Juan Antonio Alonso, hijo de mayoral y gran aficionado al mundo de toro, está inmerso en un proyecto que tiene al toro bravo como eje. En la finca ‘El Puntal’ situada en la provincia de Cáceres, anda puliendo un tesoro genético que tiene como base la sangre Domecq. Un proyecto que nació para el disfrute personal, pero que desde hace dos meses ya es una realidad con su alta en la Asociación de Ganaderos de Lidia con un nuevo hierro.

Pese a las dificultades del momento, Juan es plenamente consciente que no puede vivir sin tener a este animal cerca, su infancia la pasó junto a ellos, y ahora que le surgió la posibilidad se echó el petate a la espalda para cumplir ese sueño que tenía desde joven. Un joven ganadero que poco a poco va conociendo más y mejor un ganado que se sustenta en las vacadas de Las Ramblas y El Tajo-La Reina.

Por todo ello quisimos hablar con un criador de bravo que desde que era un niño ha vivido rodeado de ganado bravo, un joven que pese a tener su trabajo fuera de la ganadería apostó por cumplir un sueño. “Desde que era un niño tuve al toro a mi lado. Mi padre ha sido el mayoral de El Torreón toda la vida. Me he criado allí, aunque luego me he dedicado a otras cosas que me hicieron valorar todo aquello que me había dado este animal”.

Un proyecto que comenzó como un juego, sin presión por lidiar, y que a finales de año se convirtió en una realidad. “Yo tengo la ganadería de bravo hace un par de años; antes era por ocio y ahora me he dado de alta en la Asociación de Ganaderías de Lidia. Compré 40 vacas y un semental, y ahora los primeros becerros nacidos en casa, tanto de hembras aprobadas en casa como de las adquiridas hace un par de años”.

Una ganadería joven, pero con una simiente muy contrastada, esa que le llevó a adquirir ganado procedente de dos vacadas de primer afila. “Tengo vacas de procedencia Las Ramblas, que se las compré a una ganadera de Murcia, El Tajo-La Reina, y otras de Sánchez Urbina. Todo es procedencia Domecq vía Jandilla, Salvador Domecq y Marqués de Domecq” nos comentaba su propietario, ese que cuenta actualmente con un hato de 40 vacas muy seleccionado y con una genética contrastada.