Asomarnos por el campo bravo portugués es hacerlo por un lugar donde encontramos una amalgama importante de sangres, esas que han dado origen a divisas tan diversas como Palha, Murteira Grave, Veiga Teixeira, Pinto Barreiros o Branco Nuncio, una serie de vacadas que llevan décadas apostando por un tipo de animal con unas características muy específicas. Sangres oriundas de encastes casi en peligro de extinción que tienen en el país vecino su nicho de mercado.
Amén de esos hierros también hay otros más jóvenes que han encontrado su sitio en la tierra que les vio nacer, pero en los últimos años han conseguido meter la cabeza en plazas francesas y españolas. De entre esas que han conseguido dar un paso más allá de los festejos en su propio país se encuentra un proyecto ganadero entroncado en la sangre Marqués de Domecq y Cebada Gago, dos hierros santo y seña del campo bravo español, un hierro que camina con paso firme en un mundo en el que la competencia es feroz.
En la finca portuguesa “Herdade Barbas de Lebre” pastan desde hace más de quince años los toros de la familia Sobral, esa que es ganadera desde mitad del siglo XIX, concretamente a 1845. José Antonio Sobral, hijo del actual ganadero y parte importante del proyecto tiene sangre ganadera tanto por Sobral como por Passanha. Una familia que ha pasado por distintas vicisitudes, teniendo que emigrar a Sevilla durante la mitad de los años 70 por la conocida “Revolución de los Claveles” dejando la totalidad de la vacada en su país.
Se trata de una ganadería joven creada allá por 2007 al comprar parte de la vacada de Ángel Bohórquez (Hdros. De Bohórquez). Una venta donde se hicieron con el 50% de la misma, no entrado en el mismo los machos. “Aquí vinieron vacas con el hierro de Cebada Gago, Marqués de Domecq y de Herederas de Bohórquez; hierro en el que se aglutinaban estas dos procedencias” nos explicaba José Antonio.
Una vacada que se caracteriza por su diversidad de pelajes, dando lugar a una variedad cromática de gran belleza. Ensabanaos, sardos, salineros, burracos, castaños, coloraos… y como no, negros. Un hierro que poco a poco ha ido ganando en regularidad gracias a la selección llevada a cabo en la casa. Hierro que ya ha lidiado en plazas tan importantes como Sevilla o Madrid, dos cosos donde sueñan con poder asentarse en un futuro. Hoy gracias al objetivo de José Joaquín Diago el aficionado puede disfrutar de una vacada que es un auténtico lujo para la vista.
Por todo ello quisimos hablar con un joven ganadero que trabaja codo con codo con su padre y su hermano para intentar colocar a esta vacada portuguesa en un ramillete importante de ferias, esas donde poco a poco va metiendo la cabeza: “Gracias al trabajo diario estamos quemando etapas. Nosotros vamos poco a poco, sin prisa, pero sin pausa, en el toro de nada vele correr. Ver que el aficionado valora el toro que criamos es algo que nos llena tremendamente”.
Una campaña de 2023 donde el hierro portugués lidió un total de cinco festejos en plazas españolas donde cosechó importantes éxitos. “Gracias a Dios, poco a poco nos estamos asentando en las plazas españolas. En 2023 lidiamos un total de 27 reses repartidas en las plazas de Colmenar de Oreja, Tafalla, Cortegana, Sangüesa y Madrid, esta última en un desafío ganadero junto a Partido de Resina. En líneas generales me gustó la camada, hubo toros importantes como los lidiados en ambas localidades navarras, creo que ese es el camino”.
Un hierro que se llevó el premio al toro más bravo de la reciente feria navarra gracias al extraordinario “Matachinches”, lidiando también un gran “Complejo” premiado con la vuelta al ruedo en Sangüesa. Pero hubo más animales que destacaron en su interesante temporada: “En Colmenar de Oreja le tocó un gran toro a Curro Díaz, un animal exigente en todos los tercios. En Cortegana también destacó un gran toro, un animal de mucha clase, pero sin duda alguna el ejemplar más relevante por la importancia de la plaza donde se lidió fue “Preso” un toro de gran movilidad y transmisión con el que Juan de Castilla estuvo sensacional”.
Una exitosa temporada que le deja en muy buen lugar de cara a este 2024: “En casa somos exigentes, sabemos que hay que exigirle más a nuestros toros, pero esa regularidad nos la dará el tiempo. Para este año hay cosas habladas, plazas donde debutaremos y eso es algo que siempre nos saca una sonrisa, ver que los empresarios apuestan por nosotros nos ayuda a seguir trabajando con más ahínco si cabe. Por el momento la única plaza donde estamos anunciados es en Ceret, también estamos en conversaciones con Madrid para repetir el modelo del año pasado. Respecto al resto de la camada no hay fumata blanca, en el campo hay unos 15 toros de los que saldrán en torno a dos corridas de toros”.
Sobral debutará en Céret
Una vacada que debutará el próximo 6 de julio en la plaza de toros francesa de Céret: “Quedan prácticamente dos meses y ya nos está costando dormir” nos comentaba José Antonio Sobral. “Estamos muy ilusionados pero a la vez cargados de responsabilidad. La corrida está seleccionada por hechuras, trapío y reatas, creo que va a gustar mucho. Es una corrida muy seria, ofensiva de pitones pero nada destartalada. Esperemos estar a la altura de una afición tan exigente como es la de Céret”.
Un cartel compuesto por tres toreros sobradamente capacitados para un festejo así: “Son tres toreros muy capaces, tres espadas que no se arrugan ante la dificultad. Tanto Juan de Castilla como Gómez del Pilar ya se han puesto delante de animales de casa, fue en Madrid y ambos estuvieron a la altura. Respecto a Damián Castaño tengo que decir que es un diestro que a mí personalmente me gusta mucho, lo veo muy capaz, ojalá tanto él como sus compañeros puedan triunfar con los toros de casa”.
Sin estar oficializado se da por segura su vuelta a Madrid durante el mes de septiembre, otra cita de peso en su temporada: “Le estamos tremendamente agradecidos a la empresa por volver a contar con nosotros. Por el momento no sabemos ni cartel ni fecha, en eso no nos inmiscuimos. Nosotros únicamente nos centramos en tener los toros rematados para esa cita, todo lo demás depende únicamente de ellos. Ojalá podamos darle a Madrid una quinta parte de lo que nos ha dado su afición, el cariño y el respeto que le tienen a los toros de casa es de agradecer”.
Una ganadería que va paso a paso, esa que no quiere perderse en quimeras futuras y si saber con certeza donde está pisando: “Nuestro sueño a corto plazo es acabar de afianzarnos. La ganadería no es muy extensa de ahí que el número de festejos no sea alto, por eso trabajamos día a día en pulir aquellos defectos de la ganadería sin pensar en el mañana” nos comentaba un ganadero que es consciente que la regularidad es el único camino para llegar a las ferias de postín.ç
Sus tres sueños ganaderos
Tras debutar sin caballos en Sevilla y más tarde en Madrid, la familia Sobral tiene un sueño de cara al futuro, ese que todavía ven lejos pero que no se resignan a cumplir: “Me hablabas antes del corto plazo y de los problemas que le puede acarrear a una ganadería distraerse pensando en planes futuros. Aquí en casa desde que comenzamos este proyecto teníamos tres sueños: Debutar en Sevilla, poder lidiar en Madrid y estar anunciados en la Feria del Toro de Pamplona. Dos de ellos ya los cumplimos, ojalá también consigamos el tercero. Navarra es una zona donde gusta mucho nuestro toro, un lugar donde nos sentimos como en casa, sabemos que es difícil y que de momento esa posibilidad queda lejana, pero es la ilusión de toda la familia”.
Una ganadería con un tipo de animal muy definido, tanto en genotipo como en fenotipo: “Somos fieles al tipo de animal que hay en casa, ese que se caracteriza por ser un toro bajo, fino de cabos, astifino, armónico en sus hechuras… luego está su comportamiento, siendo este un tipo de animal con carácter. Aquí buscamos la bravura por encima de todo, un toro que transmita y exija al torero pero que sea agradecido cuanbdo se le hacen las cosas bien. No queremos pasar miedo en la plaza, eso sí, buscamos un toro que se haga respetar pero que posibilite el triunfo de aquel que se pone delante”.
Ahondando en este tema que siempre suele ser espinoso, José Antonio nos daba más detalles sobre ese animal que buscan en casa: “Somos aficionados al toro pero también al toreo, de ahí que buscamos un animal que cree emociones, ese que haga disfrutar tanto al torero como al aficionado, por eso creemos que cada tercio es importantísimo. El animal que buscamos debe ser bravo y fijo en el caballo amén de tener profundidad, largura, clase y humillación en la muleta” apostillaba.
Una ganadería que cuenta con algo más de 15 años de vida, un hierro de enorme futuro que comandan padre e hijos: “Es un proyecto familiar por encima de todo. Mi padre ha sido siempre ganadero, desde chico ha mamado todo esto. Mi padre era antes ganadero, tenía animales de Urquijo-Soler, un encaste antiguo que daba muchos problemas en el campo, una vez que cerró ese capítulo dijo que no volvería a ser ganadero salvo que encontrase algo que le llenara plenamente, ese no era otro tipo de toro que el de Cebada Gago”.
Pasaron los años y se asentó en tierras portuguesas Ángel Bohórquez, ganadero que poseía una vacada con esta sangre. “Una vez puesta a la venta nos decidimos por adquirir gran parte de ellas y comenzar este proyecto que ahora tenemos entre manos” nos explicaba. “Se trataba de una ganadería con una gran variedad cromática. Evidentemente aquí prima la selección, pero no hay que negar que tener una vacada con tanta variedad de pelo atrae al aficionado, otra cosa es lo que lleven dentro, de eso ya nos encargamos nosotros”.
Un legado en forma de ganadería que su actual ganadero quiere dejarle a sus hijos pese a quedarle cuerda para rato: “La ganadería es un legado que nos ha dado en vida, pero creo que va más allá. Esto ha sido una enseñanza, él nos ha ido inculcando desde chico la pasión por el toro y el campo, nos llevaba a los toros tanto a España como a Portugal. En casa nunca se ha intentado escurrir el bulto, siempre ayudamos en todas las labores y eso nos ha llevado al lugar donde estamos hoy en día. Yo soy ganadero gracias a él, aprendí y aprendo de sus consejos, de su forma de ver el toro aunque existan diferencias”.
“Respecto a la selección cada uno de los tres tenemos puntos de vista distintos pero la base es la misma. Siempre se llega a un consenso a la hora de aprobar a un animal. Tanto mi padre como mi hermano como yo sabemos que la ganadería debe evolucionar con los tiempos, de ahí que poco a poco mi padre nos dé cada vez más libertad a la hora de tomar las decisiones, eso sí, él muchas veces tiene la última palabra” se ríe.
FOTOGALERÍA (INICIO PRIMAVERA): JOSÉ JOAQUÍN DIAGO