CAMPO BRAVO

Desaparece un hierro emblemático de Salamanca: adiós a Gómez de Morales, ganadería que nació con ‘puro’ Vellosino y Garcigrande


lunes 6 mayo, 2024

Se trata de una vacada que, tras la llegada de la pandemia, no pudo reponerse, vendiendo la totalidad de su ganado a varios hierros.

Toro Gómez De Morales
Serio toro de Gómez de Morales. © G. M.

Como viene sucediendo a lo largo de la historia son muchas las vacadas que bajan la persiana por diversos motivos, algo que choca frontalmente con el paso adelante dado por otros ganaderos que apuestan por la creación de nuevos hierros, esos que pese al difícil momento que se vive en el campo no dudan en cumplir su sueño. Este es el caso de la divisa salmantina de Gómez de Morales, un hierro que se formó con simiente de El Vellosino y La Campana hace algunos lustros.

Tras esa compra decidió apostar por otras vacadas como Jandilla, Monte la Ermita o Garcigrande, animales que fue introduciendo paulatinamente tras deshacerse de gran parte del ganado anteriormente citado. “Tengo el 90% del Vellosino y el 10% restante de Jandilla vía Monte la Ermita y otra punta de vacas de Gracigrande” comentó en su día Francisco Morales. Una vacada que se nutría en un 90% de las reses adquiridas a El Vellosino, siendo el 10% restante de las vacadas anteriormente citadas.

Pero la pandemia asoló un golpe muy duro a una vacada que no puso reponerse del mismo vendiendo su ganado a divisas como Toros de Brazuelas, Jesús González, Los Lastrones y Toros de Picón, una serie de divisas que se hicieron tanto con los machos y las hembras que había en la finca salmantina. Desde ‘La Maza’ partieron poco a poco animales adquiridos por unos ganaderos que sabían muy bien aquello que criaba esta familia.

Gómez De Morales
Otro serio toro de Gómez de Morales lidiado en Añover de Tajo. © G. M.

De los cuatro hierros mencionados, la mayor cantidad de ejemplares fueron a parar a la vacada de Toros de Brazuelas, llevándose esta todas las vacas viejas que pastaban en dicha finca situada en el término municipal de Terradillos, a 10 kilómetros de Salamanca. Una decisión nada fácil por parte de unos ganaderos que estaban muy ilusionados con el proyecto llevado a cabo, ese que poco a poco les estaba abriendo las puertas de las ferias.

Con el paso del tiempo la herida va cicatrizando, el dolor por desprenderse de estos animales únicamente lo cura el tiempo pese a saber que era una decisión acertada. La situación derivada de la pandemia y los altos costes de criar un toro bravo hacían insostenible el mantenimiento de un hierro con una base genética importante que ahora disfrutan sus nuevos propietarios en sus respectivas ganaderías.

Sin Título
Otro ejemplar de la casa charra. © G. M.