En el término municipal de El Real de San Vicente, se encuentra la finca madre de la vacada toledana de Piedra Escrita. Una explotación ganadera donde las reses de procedencia Cuvillo poco a poco van encontrando esa regularidad que buscan Daniel Alcázar y Félix Maqueda, ganaderos de esta casa. Con señal de oreja rasgada en ambas y una divisa encarnada y amarilla, esta joven vacada va poco a poco encontrando su sitio en el mercado de las novilladas sin caballos.
Una ganadería de gran porvenir, un hierro que poco a poco va sonando para un aficionado que no deja pasar la oportunidad de conocer la evolución de hierros menores pero con una gran carga genética. Alrededor de 100 vacas y 6 sementales conforman un hierro que cada año va dando un paso más de cara a su consolidación en novilladas sin picadores para más tarde poder subir un peldaño más con festejos donde poder lidiar sus utreros.
“Nosotros formamos la ganadería básicamente con toros y vacas de Núñez del Cuvillo. Hicimos una adquisición inicial de esta casa y luego incorporamos varios sementales nuevos y otras 20 vacas” nos comentaba su ganadero. “También hemos ido renovando y actualizando la ganadería con esta rama. Luego, hemos metido algunas otras líneas de menor importancia para hacer pruebas, pero bastante residuales por el momento”.
Una serie de animales que han ayudado a asentar un hierro que poco a poco va encontrando su sitio en el mercado: “Tanto el 21 “Suspicaz” como el 64 “Bambinoso”, que son la base de clase que tenía Cuvillo, nos han aportado mucho. Luego, incorporamos un 153 “Gandul”, un toro que venía del 40 “Ilusión” que nos dio más profundidad y raza”. Pero esta no es la única línea por la que apostaron en esta casa toledana: “Posteriormente, hicimos una última compra de todo lo nuevo que tenían Álvaro y Don Joaquín de un toro de Daniel Ruiz”.
“Estos han sido los animales que mayor carga genética han aportado a nuestra ganadería, sin olvidarnos claro de “Berlanguito”, que tiene un toque de Torrestrella, un eral que nos ha redondeado mucho la ganadería, un animal de una profundidad especial”. Sin duda, una serie de adquisiciones que han dado un salto de calidad a una divisa con una gran base genética.
Un 2023 que se ha saldado positivamente para una divisa que anda cotizando al alza: “Este 2023 lidiamos la novillada de Villaseca de la Sagra, donde nos dieron el premio a la mejor ganadería sin caballos del Alfarero de Plata; también lidiamos en Promesas de Nuestra Tierra, donde nos indultaron un eral en Bargas y le dieron la vuelta al ruedo a otro; también lidiamos un festival en Galvez, y en nuestro pueblo, El Real de San Vicente”.
Vacada que pese a los buenos resultados no levanta los pies del suelo, siendo plenamente consciente del lugar que ocupa: “No podemos guardar corridas, porque aún estamos creciendo y renovando sementales. El año que viene hay dos a prueba, y luego la ganadería aún no da mucha cara, por lo que no estamos dejando para toros. Además, las camadas son cortas. Estamos muy a gusto en este circuito, lidiando en festejos menores pero televisados, en sitios bonitos y con muy buena acogida”.
