Muchos son los aficionados que llevaban reclamando la inclusión de hierros procedentes de la rama Santa Coloma en los carteles de las principales ferias, una sangre que durante años fue santo y seña del campo bravo, pero que debido a una serie de factores fue saliendo del lugar donde siempre mereció estar. Dicha sangre ha tenido varias derivaciones -a raíz de varias ventas- que dieron origen a otras líneas: Coquilla, Graciliano Pérez-Tabernero y Buendía.
Pero de todas ellas vamos a pararnos en la sangre Buendía, siendo el creador de ésta el sevillano Joaquín Buendía Peña, aunque el origen puede remontarse años atrás, un tiempo en el que su padre Juan Buendía y el socio de éste, el soriano Felipe Bartolomé Sanz, compran en la ganadería de Rafael Surga, de casta Vazqueña, la línea de Antonio Mera allá por 1921.
En 1932 Joaquín Buendía y su padrino Felipe adquirieron la ganadería de El Conde de Santa Coloma, estos fueron socios durante algunos años hasta su separación. El primero se quedó con el hierro del Conde y Felipe mantuvo el viejo hierro de Rafael Surga, pero eliminó casi todo lo anterior quedándose con la mitad del de Santa Coloma. A la muerte de Joaquín Buendía en 1996, la vacada se divide entre sus herederos, anunciándose por separado las divisas de Joaquin Buendía Peña, Bucaré, ahora Flor de Jara, y Rehuelga.
Los Maños, una de las vacadas que se ha nutrido de esta peculiar sangre
Una de las vacadas que se nutrió de esa sangre tan especial fue la aragonesa de Los Maños, hierro creado por José Luis Marcuello con animales de D. José Santolaya Gallego, sangre que eliminaría posteriormente para adquirir vacas y sementales de D. Pablo Mayoral Benito. Ésta la refrescaría en 2007 al adquirir animales con el hierro de Bucaré, puro Buendía. Un hierro que con el tiempo ha ido entrando por derecho propio en las ferias gracias al gran juego de sus animales.
Debido a ello, y tras comprar el hierro de Hernández Plá, José María López buscó en esta casa parte de la simiente con la que comenzar un bonito proyecto ganadero, ese que también se sustentaba en otras sangre dentro del encaste Santa Coloma con la compra de animales de Adolfo Rodríguez Montesinos (Martínez Elizondo y Felipe Bartolomé con refrescamiento vía de Flor de Jara -antes Bucaré-) y Los Maños.
«Compré 80 vacas, 30 de Rehuelga y 40 de Los Maños, más 10 de Adolfo Rodríguez Montesinos»
«Compré 80 vacas, 30 de Rehuelga y 40 de Los Maños, más 10 de Adolfo Rodríguez Montesinos. Me gustaría que los ganaderos de La Quinta me alquilasen uno. También voy a hablar con los de Pablo Mayoral. Hasta dentro de cinco años no veré los frutos«, comentaba hace unas semanas a este medio José María, amante de toro bravo y gran artífice de la vuelta al circuito de un hierro que andaba vacío en los últimos años.
«Respecto a los sementales, actualmente tengo un toro cárdeno, número 49, de Adolfo Rodríguez Montesinos, pero la intención es poder tener más sementales de esta rama que tanto me llena. Creo que es un toro que casa perfectamente con aquello que busco«, nos explicaba un ganadero que ya posee otra vacada histórica como es Concha y Sierra, una vacada que compró hace unos años a Jean Luc Couturier, el cual había apostó por esta divisa durante dos lustros.