Muchas veces los aficionados se han preguntado por el valor real que tiene un toro bravo. Un animal que durante los cuatro, o cinco años de vida ha pasado por diferentes procesos alimenticios y alguna que otra visita al veterinario, ya sea por una lesión, cornada de algún compañero, o en los continuos saneamientos que pasan a lo largo del año. Tras la pandemia el sector comenzó a reactivarse pero los ganaderos no veían que el valor de sus animales alcanzara aquello que ellos veían justo.
Siempre se ha dicho que en tiempo de dudas o crisis crecer las oportunidades, y eso es precisamente lo que ha pasado. A la reducción de las camadas, ya fuera de machos o de hembras, ha venido una ardua selección que ha derivado en una regularidad palpable en la lidia de los animales. Pese a ser pronto para evaluar dicha selección llevada a cabo en la pandemia, han surgido otros factores que han beneficiado a los criadores de bravo.
La falta de toros y la subida de festejos ha derivado en un aumento del precio de los animales, ya fueran estos para lidia en la plaza o festejo popular. El precio ha subido en torno a un 15-20% respecto al de hace unos meses, algo que ha venido en consonancia de una subida en el precio de las materias primas que se ha comido prácticamente ese plus a la hora de vender los animales. Por todo ello no es descabellado ver como se venden animales que superan holgadamente los 10.000 €. Toros que encuentran su salida en las calles del Levante español, lugar donde cada año se sueltan un número amplio de animales.
Pese a no ser una noticia propia de este año, ya en 2018 se llegó a pagar 18.000 € por un astado de la A Coronada. Según pudimos leer en su día en el diario Las Provincias, “un empresario quería que en su pueblo se exhibiera un Victorino, pagando este 18.000 euros por un imponente astado que recorrió las calles atestadas de aficionados” en dicho medio el periodista Luis Agudo.
Un ascenso paulatino de los festejos en la Comunidad Valenciana que no ha llevado hasta el día de hoy. En 2020 se celebraron un total de 700 festejos populares en dicha Comunidad, ascendiendo a 1750 en 2021 y a 9000 en 2022, aproximándose así a las cifras de prepandemia. Un número que demuestra una vez más la salud que tienen estos tipos de festejos en una zona tan taurina como esta, que también ve cómo Andalucía, Extremadura, Aragón, Comunidad de Madrid o las dos Castillas le vienen pisando los talones.