En las primeras estribaciones de la sierra norte sevillana y divida en dos por la N-630 se encuentra la finca El Roque, lugar que da cobijo a los animales pertenecientes al hierro de Soto de la Fuente. Al margen izquierdo de la carretera se encuentran las vacas y toda la rastra de los animales hasta cumplir tres años, mientras que en el derecho son los toros y los utreros los que disfrutan de unos amplios cerrados colindantes con la dehesa El Cahaparral, finca que en su día dio cobijo a la vacada de Mª José Barral.
Se trata de una vacada de origen Domecq vía Algarra y Sampedro que en plana pandemia adquirió prácticamente toda la ganadería de Los Azores con simiente de María José Barral y Toros de Triana, esta última vacada que había formado en su día el matador de toros Emilio Muñoz. Un proyecto ganadero que goza de gran salud por los resultados obtenidos hasta la fecha gracias al incansable trabajo realizado por la familia Soto.
En la finca El Roque hace semanas que la primavera rompió de forma rotunda gracias a las abundantes precipitaciones y a unas temperaturas que ayudaron a que los cercados florecieron con rapidez. Aquí el toro bravo es el Rey, protector único de su ecosistema, sin su presencia el equilibrio ecológico se vería afectado, de ahí que la familia sea consciente que este animal debe seguir siendo el santo y seña de la casa.
Una temporada que se prevé más que interesante para un hierro que comenzó 2024 allá por el mes de febrero con la lidia de dos toros para rejones en Lucena del Puerto. Dos animales que ayudaron al triunfo de un Andrés Romero que este año ha cumplido su 10º aniversario de Alternativa. El 16 de marzo sería la plaza de Toros navarra de Fitero aquella que anunciaría seis astados de la casa para João Moura Caetano, Sánchez Vara y Rubén Sanz, un festejo mixto donde los aceros privaron del corte de un número mayor de orejas
Pese a tener un cartel más que interesante entre los toreros su próximo festejo también tendrá como protagonista a tres rejoneadores. Será el próximo domingo 19 de mayo en la plaza de toros de Osuna, un coso donde están acartelados Andy Cartagena, João Moura Caetano, Sebastián Fernández. Se trata de un tipo de toro de gran clase y ritmo, un animal que desde hace tiempo le ha entrado por el ojo a unos rejoneadores que encuentran en los animales de casa un tipo de toro que encaja a la perfección con aquello que ellos buscan.
Ganadería que pese a basar los compromisos de comienzo de temporada en los festejos de rejones tiene claro que su selección va a seguir yendo encaminada en los festejos de a pie. Un hierro que seguirá exigiendo a sus animales una serie de requisitos tales como la clase, la humillación, el recorrido y la durabilidad. Únicamente con la exigencia en la placita de tientas se llegan a conseguir los resultados soñados luego en la plaza.
Un hierro que lidió un total de 8 festejos durante la campaña pasada en plazas como Ubrique, Madrilejos, Villaluenga del Rosario, La Gineta, San Roque, Sigüenza, Marchamalo y Zaragoza, único coso de primera categoría que pisó. Un total de cinco corridas de toros y tres novilladas compusieron una temporada donde volvieron a entremezclarse festejos a pie y a caballo, amén de dar suelta para las calles a algunos astados de la camada.
Para conocer de primera mano la camada de esta temporada se fue hasta la finca sevillana nuestro compañero José Joaquín Diago, fotógrafo valenciano que se empleó a fondo para poder sacar las mejores imágenes tanto de los machos de saca como de los sementales y sus correspondientes lotes de vacas. La citada primavera nos ofrece un regalo para la vista de todos esos aficionados que gustan ver al toro bravo en su hábitat natural, un lugar que en esta estación rompe con toda su fuerza.
FOTOGALERÍA: JOSÉ JOAQUÍN DIAGO