La Comunidad de Madrid es otro de los lugares donde se levantan un importante número de fincas rústicas en las que el toro bravo tiene cabida gracias a la apuesta de un significativo número de ganaderos que hicieron de este lugar una zona idílica -por sus ricos pastos y abundante arboleda- para el asentamiento de este tipo de ejemplares. La tradición de la ganadería, la calidad de sus instalaciones y el entorno natural de su emplazamiento son otros de los datos a tener en cuenta para considerar esta zona como una de las más importantes de la Península Ibérica.
Se trata de una finca valorada en 3.5000.000 €, no estando a disposición de los usuarios el nombre de su propietario, la localización exacta de la finca y el nombre de esta, quedando claro que no se responderá a ninguna solicitud sin teléfono de contacto. Esto suele ser muy común en este tipo de anuncios, haciéndose para preservar la intimidad de un vendedor que no quiere hacer público su nombre y que éste conste en dicha web -este es el enlace de venta-.
En este caso, y tal como se puede leerse en una de las múltiples webs especializadas, se trata de una finca rústica a 20 minutos del centro de la capital. Sus 40 hectáreas contienen gran número de encinas, estando dicha dehesa vallada en todo su perímetro, algo que ayuda a la hora de introducir ganado en la misma. Posee plaza de toros, carpas para eventos, 60 boxes, 4.000 m/2 urbanizable, gran casa, naves, luz eléctrica y agua del canal…
La propia Comunidad de Madrid cuenta ya con unas 90 explotaciones que se agrupan en unas 68 ganaderías, algo que la convierte en la quinta Comunidad Autónoma con mayor número de ganaderías de bravo, ocupando estas 14.000 hectáreas y representan más del 6,5% de las explotaciones de ganado vacuno de la región. Por todo ello, no es raro ver como existen plazas de tientas y corrales en infinidad de fincas de esta zona, algo que viene debido a las múltiples celebraciones que se llevan a cabo a lo largo del año en las mismas.
Con anterioridad ya publicamos en este portal varias explotaciones ganaderas que se habían puesto a la venta recientemente, destacando la finca Bellalucía, situada en Fuentidueña de Tajo y Dehesa de Guadarrama, dos vacadas con gran personalidad situadas en fincas que no necesitaban grandes extensiones de terreno para albergar en ellas una ganadería de bravo. Dos hierros madrileños que se suman a otros como Montealto, Victorianon del Río, Baltasar Ibán o José Vázquez, los cuales también asientan su cuartel general en la citada Comunidad de Madrid.