Seguimos recorriendo España de sur a norte y de este a oeste, un camino que nos lleva por un número ingente de fincas asentadas en provincias tan conocidas por todos como Salamanca, Cáceres, Toledo, Sevilla o Huelva entre otras. Lugares donde destaca la presencia de este tipo de fincas en lugares tan diferentes como la dehesa, la campiña, la sierra o las zonas de marisma. Son tierras fértiles que, gracias a las ingentes lluvias de estas últimas semanas, han ganado en belleza.
La mayoría de las fincas que hay en nuestra piel de toro son de titularidad privada, existiendo otras, las menos, que pertenecen al estado, zonas donde se protege a la fauna y la flora que allí se asientan. Dentro de las privadas, muchas de ellas, ya sea por herencia familiar o por problemas derivados de la pandemia, han salido recientemente a la venta. Y ahí es donde entran precisamente las inmobiliarias, siendo estas las encargadas de ofertar en distintas webs las fincas de esos propietarios o sociedades que se han puesto en contacto con ellas.
Los detalles de la venta de esta finca brava cacereña
«Excelente finca rústica en Casatejada, muy bien comunicada» se podía leer en la web AgroAnuncios. Una publicación de febrero de 2024 donde se detallaban aspectos tan importantes de la finca como el precio de la misma, su extensión, su orografía, las características de esta o la existencia o no de varias edificaciones. Dehesa extremeña de encinas cerrada (190 hectáreas) acuartelada con varias charcas, amén de existir 1,4 km de fachada a la carretera valorada en 1.710.000 € eran otros de los datos que se podían encontrar en dicho anuncio.
Respecto a las edificaciones de esta finca de recreo, se hacía constar que esta contaba con vivienda 160 m2 a rehabilitar y una nave de 230 m2, constando también esta de una plaza de toros, corrales y manga para manejo de ganado. Un anuncio donde también se dejaba claro que la parte compradora deberá abonar un honorario del 1,5% + IVA del precio de venta, algo muy común en este tipo de operaciones.
Con todos los datos puestos sobre la mesa faltaba conocer si se especificaban tres datos claves que no siempre se publican en este tipo de anuncios: Localización exacta de la finca, nombre de la misma y propietario de la explotación. En este caso tampoco se hacía constar dicha información, siendo esta de carácter privado y únicamente estando al alcance de aquel que estuviera dispuesto a cerrar la operación.