CAMPO BRAVO

Venden la práctica totalidad de toros y vacas bravas de una de las ganaderías emblema de Guadalajara ‘puro Jandilla’


sábado 17 febrero, 2024

La vacada brava de Sandra Sopeña ha sido adquirida casi al completo por el ganadero vallisoletano José Luis Mayoral.

Sandra Sopeña
Un toro de Sandra Sopeña. © S. S.

Las fincas “El Soto” situada en el término municipal de Málaga del Fresno y “Valdehombre” en Taracena, han sido durante muchos años el cuartel general de la vacada manchega de Sandra Sopeña, un hierro que estos últimos años ha destinado prácticamente toda su camada a los festejos populares. Allí los animales de origen Domecq han ido saliendo para distintos municipios donde estos animales eran demandados por la afición.

Desde el duro 2020 hasta este 2024, donde parece verse la luz al final de túnel, muchos han sido los ganaderos que han decidido bajar la persiana o reducir drásticamente su vacada debido a las complicaciones derivadas de una alarmante subida de los costes. Gasolina, pienso, luz, sueldos… todo ello sin ajustarse el precio de los animales a los gastos que tiene este. Un tiempo donde los ganaderos vivieron a pérdidas, algo que obligo a muchos de ellos a tomar una drástica decisión.

Una de ellas fue la citada ganadería de Sandra Sopeña, hierro que vendió prácticamente la totalidad de su vacada hace algo más de un año al ganadero vallisoletano José Luis Mayoral: «En 2022 compramos practicamente toda la vacada de Sandra Sopeña, un hierro de origen Jandilla«, nos comentó en una reciente entrevista José Luis Mayoral, ganadero vallisoletano.

La familia Sopeña y el toro bravo han sido sinónimos en Guadalajara. Pedro Sopeña del Castillo, padre de Sandra, nació en familia de ganaderos, ya que su padre Antonio Sopeña Zurita también lo era. El nombre de Sopeña está ligado al encierro por el campo de Brihuega, probablemente el más importante, multitudinario y organizado de los que se celebran en Españar. Un ganadero que fallecería en julio de 2016 dejando la vacada en manos de su hija.

«Estamos echando de comer todos los días a nuestros animales sin tener ningún tipo de ingreso. Pedimos al gobierno central y al de nuestra Comunidad que nos den algún tipo de ayuda«, se podía leer en la última publicación realizada en sus redes sociales por parte de la ganadería castellano-manchega, que vio cómo la pandemia golpeaba de forma intensa a una vacada con una carga genética importante.

 
 
 
 
 
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Estas son las imágenes de algunos de sus últimos ejemplares pastando en la finca alcarreña: