El siguiente hecho sucedió el pasado domingo en la ciudad castellano-manchega de Guadalajara. Como ya es tradicional en su feria, los toros que se lidian por la tarde corren por sus calles hasta llegar a la plaza. Se trataba del último encierro de la feria, y en éste habían sido sustituidos los albaserradas de Adolfo Martín por los santacolomas de San Martín, algo que provocó una confusión total en el recorrido.
Con 10 minutos de retraso se inició un encierro que se daría por finalizado tras no llegar dos de los astados a los corrales de la plaza de toros. Dos de los toros se volvieron durante el encierro, remisos a seguir detrás de los bueyes, provocando momentos de gran tensión.
Los dos astados se emplazaron sin querer seguir el camino que habían tomado sus hermanos volviéndose más tarde hacia los corrales desde donde habían salido minutos antes. El resto fueron conducidos a la plaza, no sin problemas, ya que alguno de ellos provocó también momentos de caos.
Una vez que llegaron al ruedo, uno de esos animales, el cual se había aquerenciado en una zona del recorrido, arrolló a un joven al que había enganchado justo al salir del túnel de acceso. Con cuatro toros en los corrales de la plaza y los otros dos en los corrales del inicio del encierro todo se calmó, teniendo que ser trasladados estos últimos en camión hacia la plaza.
Escolar y el precedente de Pamplona
Algo similar pasó en Pampona con los toros de José Escolar en el año de su debut. Tan sólo cinco de los astados completaron en su totalidad el recorrido después de que uno de ellos se volviera hacia los corrales de Santo Domingo cuando apenas había recorrido 30 metros. El toro se encontró con la puerta de los corrales abierta donde permaneció alrededor de 30 minutos hasta que se tomó la decisión de hacer un encierrillo a la inversa con los cabestros de cola que no salieron para ser llevado a los corrales del Gas y de ahí embarcado hasta la plaza.
Un encierro emocionante y peligroso, el cual desde el principio vio como la manada de disgregaba provocando cuatro heridos por asta de toro. Los cinco astados completaron el recorrido en 2 minutos y 40 segundos en un encierro rápido y con grandes momentos de tensión por el comportamiento de unos animales nada acostumbrados a este tipo de carreras.