ENTREVISTA

Capea: “Si estoy en Madrid es porque lo merezco; sé que puedo sorprender porque apenas se me ha visto”


sábado 11 abril, 2015

El diestro asegura que confía en su capacidad y planta cara a las críticas “de quienes sólo saben hacer daño”

El diestro asegura que confía en su capacidad y planta cara a las críticas “de quienes sólo saben hacer daño”

Pedro
Gutiérrez ‘El Capea’ se recupera ya del fuerte golpe sufrido hace unos
días mientras tentaba en el campo. Eso forma parte de su vida, el campo
marca su rutina, una rutina de quien sueña, a pesar de las desavenencias
en convertirse en figura del toreo. Ilusiones le sobran, y por ello
lucha sin reparos. Aunque hay días duros, confía en sí mismo y en sus
capacidades, y a ello se agarra el matador de toros salmantino.

 

San Isidro. Madrid. Sí estarás, guste o no…

Estaré, compartiré cartel con Ferrera y Juan Bautista, y si estoy es
porque lo merezco. Como tú dices, guste o no. Mi actuación del año
pasado en Madrid fue de las más rotundas, incluso más que el día que
corté la oreja. Me trató bien la prensa y fueron muchos los que me
hablaron con sinceridad que me supieron ver. Todos los años toreo más de
20 corridas entre España y América y eso me hace ganarme un puesto en
Madrid, hay muchos otros que no pueden decir lo mismo y están
anunciados….

 

La polémica no ha faltado con esa frase del empresario: «Permitid que la empresa tenga un capricho”…

Siempre hay quienes vienen a molestar, y esa pregunta está hecha con
maldad, pero más que nada es envidia. Es muy difícil entrar en Madrid, y
quitando las figuras del toreo, los demás no somos imprescindibles.
Algunos conseguimos entrar, y otros por desgracia se quedan fuera.

Yo por desgracia tengo un punto a favor, y es que se me ha visto muy
poco. Tengo ahí un arma: por un lado madurez y por otra novedad para
sorprender. Ojalá tengo un toro como yo lo siento, ese toro que me hace
falta, que trasmita y que yo esté a la altura, y que la gente lo quiera
ver.

 

[Img #277603]

¿Las voces en contra te hacen más fuerte?

Si te digo la verdad, hace 8 o 9 años las críticas me dolían, y me
molestaban, pero luego hubo un momento que al revés, me daban fuerza
cuando me iba a entrenar y me daban más motivos para seguir.
Actualmente, lo que me resulta es indiferencia. Hay veces que me duele
más una mirada de mi padre que lo que pueda decir la gente, porque sé
que hay mucha gente que lo hace por hacer daño. Hay críticas que pueden
ser constructivas, pero la mayoría no son así, y vienen de gente con
envidias y con reparos.

 

El maestro Viti, Dámaso González, tu padre… ellos siempre han creído en ti

Sí, y eso es lo que de verdad me vale. Santiago Martín El Viti
siempre llama todos los años antes de Madrid para desearme suerte, y
viene siempre cuando mato aquí toros para entrenarme. Cuando una persona
como él, o como dices, Dámaso González, mi padre, que han sido figuras
del toreo, y me ven que he estado con un toro mal y te lo dicen, te
explican… eso duele más que el que agarra una pluma y habla sin
argumentos. Yo me quedo con lo que ellos me dicen positivo, negativo, y
eso es lo que más me sirve.

 

[Img #277602]

La pasada temporada con la esperada cita en Vitigudino se cumplió…

Esa tarde para mí fue muy importante. Era una tarde en la que no sólo
me encerraba con seis victorinos, me encerraba conmigo mismo. Había
muchos miedos, muchos temores y la responsabilidad era muy alta. Creo
que estuve por encima de las circunstancias y es una tarde que no
olvidaré nunca.

 

Hablas de miedos, barreras… ¿se superaron?

Sí. El primer miedo que tenía era el estado físico, y lo superé. Otro
era superar cada toro. Eran seis, seis exámenes, en todos tenía que
estar a la altura y todos sabemos que el encaste Victorino es un toro
con personalidad: el bueno es una gozada torearlo pero el malo es muy
exigente. Podían salir toros que me hicieran pasar apuros, pero lo pase
bien.

Mi otra obsesión era la espada, y maté cuatro de ellos a la primera, y
por supuesto mi mayor miedo, que no fuera la gente, pero el resultado
no pudo ser mejor.

 

¿Sirvió de algo profesionalmente ese resultado?

Es triste pero a nivel de empresas no sirvió de nada. Al día
siguiente hubo una sustitución en Guijuelo y ni me llamaron, y es en la
tierra…

A nivel profesional en el sentido de toreros, banderilleros,
ganaderos, prensa… creo que ha sido una tarde importante. Iba buscando
darme cuenta de que yo era capaz, y con eso me quedo, con todo lo que yo
me llevo.  

 

Por el momento, y hasta esa fecha de Madrid que hablábamos.
El próximo 1 de mayo compromiso en México y nuevo apoderado, Andrés
Caballero. ¿Ilusiones altas para esta temporada?

Sí, fue una decisión larga pero afronto este nuevo tiempo con nuevo
apoderado en el que confío plenamente por ser una persona íntegra y
profesional. Madrid marcará como siempre el punto de inflexión para que
puedan cerrarse contratos en España en plazas de primera, que es lo que
perseguimos.

[Img #277600]

– See more at:
http://salamancartvaldia.es/not/76259/capea-ldquo-si-estoy-en-madrid-es-porque-lo-merezco-se-que-puedo-sorprender-porque-apenas-se-me-ha-visto-rdquo-/#sthash.DI5Srndf.dpuf

Pedro
Gutiérrez ‘El Capea’ se recupera ya del fuerte golpe sufrido hace unos
días mientras tentaba en el campo. Eso forma parte de su vida, el campo
marca su rutina, una rutina de quien sueña, a pesar de las desavenencias
en convertirse en figura del toreo. Ilusiones le sobran, y por ello
lucha sin reparos. Aunque hay días duros, confía en sí mismo y en sus
capacidades, y a ello se agarra el matador de toros salmantino.

 

San Isidro. Madrid. Sí estarás, guste o no…

Estaré, compartiré cartel con Ferrera y Juan Bautista, y si estoy es
porque lo merezco. Como tú dices, guste o no. Mi actuación del año
pasado en Madrid fue de las más rotundas, incluso más que el día que
corté la oreja. Me trató bien la prensa y fueron muchos los que me
hablaron con sinceridad que me supieron ver. Todos los años toreo más de
20 corridas entre España y América y eso me hace ganarme un puesto en
Madrid, hay muchos otros que no pueden decir lo mismo y están
anunciados….

 

La polémica no ha faltado con esa frase del empresario: «Permitid que la empresa tenga un capricho”…

Siempre hay quienes vienen a molestar, y esa pregunta está hecha con
maldad, pero más que nada es envidia. Es muy difícil entrar en Madrid, y
quitando las figuras del toreo, los demás no somos imprescindibles.
Algunos conseguimos entrar, y otros por desgracia se quedan fuera.

Yo por desgracia tengo un punto a favor, y es que se me ha visto muy
poco. Tengo ahí un arma: por un lado madurez y por otra novedad para
sorprender. Ojalá tengo un toro como yo lo siento, ese toro que me hace
falta, que trasmita y que yo esté a la altura, y que la gente lo quiera
ver.

 

[Img #277603]

¿Las voces en contra te hacen más fuerte?

Si te digo la verdad, hace 8 o 9 años las críticas me dolían, y me
molestaban, pero luego hubo un momento que al revés, me daban fuerza
cuando me iba a entrenar y me daban más motivos para seguir.
Actualmente, lo que me resulta es indiferencia. Hay veces que me duele
más una mirada de mi padre que lo que pueda decir la gente, porque sé
que hay mucha gente que lo hace por hacer daño. Hay críticas que pueden
ser constructivas, pero la mayoría no son así, y vienen de gente con
envidias y con reparos.

 

El maestro Viti, Dámaso González, tu padre… ellos siempre han creído en ti

Sí, y eso es lo que de verdad me vale. Santiago Martín El Viti
siempre llama todos los años antes de Madrid para desearme suerte, y
viene siempre cuando mato aquí toros para entrenarme. Cuando una persona
como él, o como dices, Dámaso González, mi padre, que han sido figuras
del toreo, y me ven que he estado con un toro mal y te lo dicen, te
explican… eso duele más que el que agarra una pluma y habla sin
argumentos. Yo me quedo con lo que ellos me dicen positivo, negativo, y
eso es lo que más me sirve.

 

[Img #277602]

La pasada temporada con la esperada cita en Vitigudino se cumplió…

Esa tarde para mí fue muy importante. Era una tarde en la que no sólo
me encerraba con seis victorinos, me encerraba conmigo mismo. Había
muchos miedos, muchos temores y la responsabilidad era muy alta. Creo
que estuve por encima de las circunstancias y es una tarde que no
olvidaré nunca.

 

Hablas de miedos, barreras… ¿se superaron?

Sí. El primer miedo que tenía era el estado físico, y lo superé. Otro
era superar cada toro. Eran seis, seis exámenes, en todos tenía que
estar a la altura y todos sabemos que el encaste Victorino es un toro
con personalidad: el bueno es una gozada torearlo pero el malo es muy
exigente. Podían salir toros que me hicieran pasar apuros, pero lo pase
bien.

Mi otra obsesión era la espada, y maté cuatro de ellos a la primera, y
por supuesto mi mayor miedo, que no fuera la gente, pero el resultado
no pudo ser mejor.

 

¿Sirvió de algo profesionalmente ese resultado?

Es triste pero a nivel de empresas no sirvió de nada. Al día
siguiente hubo una sustitución en Guijuelo y ni me llamaron, y es en la
tierra…

A nivel profesional en el sentido de toreros, banderilleros,
ganaderos, prensa… creo que ha sido una tarde importante. Iba buscando
darme cuenta de que yo era capaz, y con eso me quedo, con todo lo que yo
me llevo.  

 

Por el momento, y hasta esa fecha de Madrid que hablábamos.
El próximo 1 de mayo compromiso en México y nuevo apoderado, Andrés
Caballero. ¿Ilusiones altas para esta temporada?

Sí, fue una decisión larga pero afronto este nuevo tiempo con nuevo
apoderado en el que confío plenamente por ser una persona íntegra y
profesional. Madrid marcará como siempre el punto de inflexión para que
puedan cerrarse contratos en España en plazas de primera, que es lo que
perseguimos.

[Img #277600]

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Pedro
Gutiérrez ‘El Capea’ se recupera ya del fuerte golpe sufrido hace unos días
mientras tentaba en el campo. Eso forma parte de su vida, el campo marca su
rutina, una rutina de quien sueña, a pesar de las desavenencias en convertirse
en figura del toreo. Ilusiones le sobran, y por ello lucha sin reparos. Aunque
hay días duros, confía en sí mismo y en sus capacidades, y a ello se agarra el
matador de toros salmantino.

San Isidro.
Madrid. Sí estarás, guste o no…

Estaré,
compartiré cartel con Ferrera y Juan Bautista, y si estoy es porque lo merezco.
Como tú dices, guste o no. Mi actuación del año pasado en Madrid fue de las más
rotundas, incluso más que el día que corté la oreja. Me trató bien la prensa y
fueron muchos los que me hablaron con sinceridad que me supieron ver. Todos los
años toreo más de 20 corridas entre España y América y eso me hace ganarme un
puesto en Madrid, hay muchos otros que no pueden decir lo mismo y están
anunciados….

La polémica
no ha faltado con esa frase del empresario: «Permitid que la empresa tenga
un capricho”…

Siempre hay
quienes vienen a molestar, y esa pregunta está hecha con maldad, pero más que
nada es envidia. Es muy difícil entrar en Madrid, y quitando las figuras del
toreo, los demás no somos imprescindibles. Algunos conseguimos entrar, y otros
por desgracia se quedan fuera.

Yo por
desgracia tengo un punto a favor, y es que se me ha visto muy poco. Tengo ahí
un arma: por un lado madurez y por otra novedad para sorprender. Ojalá tengo un
toro como yo lo siento, ese toro que me hace falta, que trasmita y que yo esté
a la altura, y que la gente lo quiera ver.

¿Las voces
en contra te hacen más fuerte?

Si te digo la
verdad, hace 8 o 9 años las críticas me dolían, y me molestaban, pero luego
hubo un momento que al revés, me daban fuerza cuando me iba a entrenar y me
daban más motivos para seguir. Actualmente, lo que me resulta es indiferencia.
Hay veces que me duele más una mirada de mi padre que lo que pueda decir la
gente, porque sé que hay mucha gente que lo hace por hacer daño. Hay críticas
que pueden ser constructivas, pero la mayoría no son así, y vienen de gente con
envidias y con reparos.

El maestro
Viti, Dámaso González, tu padre… ellos siempre han creído en ti

Sí, y eso es
lo que de verdad me vale. Santiago Martín El Viti siempre llama todos los años
antes de Madrid para desearme suerte, y viene siempre cuando mato aquí toros
para entrenarme. Cuando una persona como él, o como dices, Dámaso González, mi
padre, que han sido figuras del toreo, y me ven que he estado con un toro mal y
te lo dicen, te explican… eso duele más que el que agarra una pluma y habla sin
argumentos. Yo me quedo con lo que ellos me dicen positivo, negativo, y eso es
lo que más me sirve.

La pasada
temporada con la esperada cita en Vitigudino se cumplió…

Esa tarde
para mí fue muy importante. Era una tarde en la que no sólo me encerraba con
seis victorinos, me encerraba conmigo mismo. Había muchos miedos, muchos
temores y la responsabilidad era muy alta. Creo que estuve por encima de las
circunstancias y es una tarde que no olvidaré nunca.

Hablas de
miedos, barreras… ¿se superaron?

Sí. El
primer miedo que tenía era el estado físico, y lo superé. Otro era superar cada
toro. Eran seis, seis exámenes, en todos tenía que estar a la altura y todos
sabemos que el encaste Victorino es un toro con personalidad: el bueno es una
gozada torearlo pero el malo es muy exigente. Podían salir toros que me
hicieran pasar apuros, pero lo pase bien.

Mi otra
obsesión era la espada, y maté cuatro de ellos a la primera, y por supuesto mi
mayor miedo, que no fuera la gente, pero el resultado no pudo ser mejor.

¿Sirvió de
algo profesionalmente ese resultado?

Es triste
pero a nivel de empresas no sirvió de nada. Al día siguiente hubo una
sustitución en Guijuelo y ni me llamaron, y es en la tierra…

A nivel
profesional en el sentido de toreros, banderilleros, ganaderos, prensa… creo
que ha sido una tarde importante. Iba buscando darme cuenta de que yo era
capaz, y con eso me quedo, con todo lo que yo me llevo.

Por el
momento, y hasta esa fecha de Madrid que hablábamos. El próximo 1 de mayo
compromiso en México y nuevo apoderado, Andrés Caballero. ¿Ilusiones altas para
esta temporada?

Sí, fue una
decisión larga pero afronto este nuevo tiempo con nuevo apoderado en el que
confío plenamente por ser una persona íntegra y profesional. Madrid marcará
como siempre el punto de inflexión para que puedan cerrarse contratos en España
en plazas de primera, que es lo que perseguimos.