JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Qué pasará con los toros que se tienen que estar lidiando ahora y que no podrán salir a una plaza de toros por cumplir seis años de edad en las próximas semanas es una de las grandes preguntas que le ronda en la cabeza al aficionado durante estos días de confinamiento. Por ello, CULTORO ha entrevistado al presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, Carlos Núñez, que aclara esta y otras dudas al respecto.
¿Cuáles son las primeras acciones que ha llevado a cabo la UCTL ante la crisis del coronavirus que estamos sufriendo?
Hemos enviado cartas y estamos en contacto con el Ministerio de Cultura, con la Secretaría de Estado de Economía y el Instituto de Crédito oficial para asegurar que nuestras empresas ganaderas entren dentro de la batería de ayudas al resto de empresas españolas, así como estamos en contacto y enviando cartas a otros Ministerios como el de Agricultura, del que también dependemos, y pedimos la coordinación de ambos Ministerios para la protección del ganadero como figura fundamental del medio ambiente.
Supongo que será imposible calcular un número aproximado de pérdidas que los ganaderos pueden tener sabiendo la imprevisibilidad de la situación que tenemos y, sobre todo, el desconocimiento sobre cuándo remitirá, ¿no?
Desde luego, es imposible calcular las pérdidas que vamos a tener los ganaderos. Hay variables que desconocemos: primero, cuándo volveremos a la normalidad; segundo, en qué circunstancias económicas estarán los empresarios en cuanto a liquidez para organizar festejos. Sabemos que hay empresas que quieren dar los festejos suspendidos en otoño y también hay un compromiso de la Federación de peñas de Bous al Carrer para dar a partir de septiembre los festejos populares suspendidos ahora. Pero son incertidumbres y, aunque no tengamos un cálculo real, no hay que ser matemático para deducir que la sobra de toros es importante. Y si traduces que más o menos un toro cuesta mantenerlo hasta que cumple la edad unos 5.000 euros V.S. el valor del matadero, que son unos 500 euros, las pérdidas son millonarias.
¿Hay algún adelanto por parte del Gobierno sobre las ayudas que está optando el sector ganadero? ¿En qué concepto serán y a cuánto se podría optar?
Analizamos los decretos sobre ayudas. Realmente nosotros queremos las ayudas que las demás empresas tendrán. Desde el punto de vista ganadero formamos parte de todo el tejido ganadero español que no es de ganaderías bravas, vamos en el mismo paquete que ellos. La información y la realidad de las ayudas es la gran incógnita que tiene ahora mismo cualquier empresario español. Esperemos que se aclaren y que lleguen al final a su destino, que es el gran temor que tiene el empresario, que las disposiciones que hace el gobierno finalmente no lleguen a un buen término.
¿Se conoce un número aproximado de toros que pueden quedarse en el campo en este inicio de temporada?
Es difícil calcularlo, pero de aquí a final de primavera, a finales de junio, puede que sea un 30% de los festejos que se dan al año, contando con que algunos se recuperen en otoño. Pero el 30% no de la oferta real sino de la que se hubiera vendido va a excedentes de producción, especialmente en cuanto a los cinqueños se refiere, porque tienen muy poca salida. Y los cuatreños, cada ganadero decidirá lo que tiene que hacer en cuanto a la demanda que tiene.
La vivencia personal de los ganaderos también la estarán “sufriendo” desde la UCTL, ¿cuál es su sentimiento? ¿Tienen esperanza dentro de la amargura que estamos viviendo?
Claro que estamos sufriendo desde UCTL y nuestro sentimiento es de preocupación total por nuestra salud y la de todos. Nos preocupa España, nuestra sociedad tal y como la conocemos y nuestro futuro en el sentido más amplio. En el concreto de nuestra ganadería, lo que tememos es que nuestro amplio tesoro genético y variado producto de siglos de selección que es el toro que conocemos a día de hoy sobreviva a las vicisitudes económicas y no se pierdan encastes ni ganaderías. Queremos mantener la diversidad genética al máximo, así como nos preocupa nuestra gente, los hombres del campo, nuestro tejido rural y también la relevancia que tendría la pérdida de ese hombre de campo como guardián de la dehesa y como gestor sostenible del medio ambiente.
Ante la enorme cantidad de toros que se han quedado en el campo en el inicio de esta temporada, y la posibilidad de que no se puedan recuperar esos festejos, ¿sería viable subir la edad del toro a seis años exclusivamente para solventar esta situación de emergencia?
En cuanto a la posibilidad de que se pudieren lidiar toros con más de seis años, hemos estado analizando el tema y depende de la Administración. En los festejos populares sí que se pueden lidiar toros con más edad en algunas comunidades, pero la resolución del problema del stockaje quizá no vaya por ahí. Lo veremos, pero al final aumentamos la oferta y el toro con seis años que se pudiere lidiar está quitándole el sitio al utrero que tenemos en el campo para lidiar en 2021. Es un tema complicado, que se ha visto, pero estamos analizando la situación.