DERECHOS DE IMAGEN

El torero revolucionario: cuando Castella le plantó cara a sus compañeros y él mismo fue su propio ‘sindicato’


miércoles 21 diciembre, 2022

La intrahistoria del torero francés y su decisión de no ceder sus derechos de televisión al G-10: Castella siempre mantuvo su opinión respecto a este tema.

Sebastian Castella
Sebastián Castella. © Muriel Haaz

Mucho ha llovido desde aquel 2012 en el que un grupo de varios toreros decidieron dar un paso adelante en el tema de los derechos de televisión y crear el llamado G-10, algo que se llevaba años reclamando y que no se llevaba a efecto. Enrique Ponce, Miguel Ángel Perera, El Juli, Cayetano Rivera, Alejandro Talavante, El Cid, José María Manzanares, Morante de la Puebla, El Fandi y César Jiménez dieron un paso adelante gestando un grupo para ceder sus derechos de televisión -exactamente igual que hacen los banderilleros a sus sindicatos-, a MSP, una empresa que se dedica a la gestión de dichos derechos de imagen en el campo del fútbol.

Tras este paso adelante, nuestro compañero Juanma Lamet escribía lo siguiente en el diario Expansión: «Que los toreros no sean dueños de sus derechos de imagen es un abuso, convirtiéndose estos en marionetas económicas manejadas como mercancía por la oligarquía mediático-empresarial que mece el mercado».

En este llamado G-10 no entraron ni José Tomás -torero que no necesitaba dar el paso al no dejarse televisar- ni Sebastián Castella, torero que no estaba conforme con esta postura llevada a cabo por nueve de sus compañeros. Una postura que años después compartía también un Miguel Ángel Perera que en una entrevista concedida a los compañeros de Málaga Hoy declaraba lo siguiente: «El único torero que fue honesto del G10 fue Sebastián Castella. Él estaba inicialmente en el grupo, pero dijo que su opinión era distinta y decidió salirse y no defraudó a nadie. Cada uno también actuó y las cosas se desarrollaron de una manera que no fue agradable y yo fui uno de los más perjudicados en ese sentido».

En sí, se pretendía luchar contra una injusticia: que los toreros no sean dueños de sus derechos de imagen, algo que han reclamado por activa y por pasiva tanto los propios toreros del G-10 como otros diestros posteriores. Una polémica que parece guardada en un cajón, pese a que la mayoría de los toreros de ese grupo siguen en activo y con un pensamiento parecido a aquello que reclamaron en 2012. Castella siempre mantuvo su opinión respecto a este tema, fue honrado con sus compañeros, defendiendo una postura clara sobre este tema relacionado con los derechos de imagen, plantándole cara a sus compañeros y él mismo fue su propio ‘sindicato’.

Las palabras que dijo Sebastián Castella: «Yo también lucho por intereses personales, por eso me quedo en el G1 y no en el G10»

Sebastian Castella
Sebastián Castella, haciendo el paseíllo en Madrid. © Luis Sánchez Olmedo

Sebastián Castella señaló, en una entrevitsta con Marco A. Hierro hace una década, lo siguiente sobre su inicial pertenencia a este grupo y su posterior separación de él: «Yo he estado en el grupo apoyando en todo, en el paso a Cultura y demás -fue la época del traspaso de la tauromaquia al Ministerio de Cultura-. Pero llega un momento que veo que algunos de ese grupo van por intereses personales«, comenzaba exponiendo el diestro de Béziers. «Y yo también lucho por intereses personales, por eso me quedo en el G1 y no en el G10. Llevo dos años apoyando esta misma causa en Medellín, es muy bonito y va saliendo hacia adelante», defendía Sebastián Castella.» Los toreros siempre hemos sido libres y la gente quiere la libertad, poder demostrar la expresión de cada cual. Pero yo no me uno para luchar por intereses personales, eso lo hago yo solo«, concluía.

Vuelve un torero personal: la cita, el 7 de enero en Manizales

Castella
Sebastián Castella. © S.C.

Sebastián volverá a los ruedos el próximo 7 de enero en la plaza de toros de Manizales, será un festejo especial al tratarse de 6 toros en solitario para el torero de Béziers. Tras retirarse en septiembre del 2020, vuelve con ilusiones renovadas y con la ambición del que se sabe figura del toreo. Será en la Feria de mayor fuerza del país colombiano, ese país que reniega de sus raíces y que ha encontrado en el populismo de Petro su mayor aliado.

Con Cartagena de Indias fuera de juego, Medellín y Bogotá siendo castigadas de una forma vil y cruel, los objetivos animalistas se centran en Cali, una plaza que sigue luchando por su supervivencia y por no dejar sola a una Manizales, que hoy por hoy, tiene una fuerza enorme gracias a la fidelidad de su afición. Una plaza donde Castella volverá a trenzar el paseíllo tras aquella tarde en Nimes.