Tras la celebración de las Fallas de Valencia, la Feria de Abril de Sevilla y la de San Isidro en Madrid, Pamplona y sus Sanfermines toman el testigo en pleno mes de julio del foco informativo. Nueve días donde el toro se erige como protagonista de una fiesta que pivota sobre él, y en el que tanto foráneos como pamploneses le tienen un respeto y una veneración especial. Nueve ganaderías, una a caballo y ocho a pie, que intentan llevar a la capital navarra el toro más fuerte de la camada, ese que impone respeto nada más verlo.
El Capea, La Palmosilla, José Escolar, Hros. De D. José Cebada Gago, Fuente Ymbro, Jandilla, Núñez del Cuvillo, Victoriano del Río y Miura han sido las divisas que la MECA ha elegido para este 2023, curiosamente las mismas desde 2020, año de la pandemia. Unas ganaderías que al igual que los toreros tienen un caché, ese que les hace ir a un dinero u otro a esta Feria de tanto prestigio internacional.
Pero hoy queremos centrarnos especialmente en la ganadería de Hros. De D. José Cebada Gago, una vacada que es santo y seña de Pamplona. Es un hierro que lleva lidiando ininterrumpidamente en Pamplona desde 2016, es decir, seis años de forma consecutiva si obviamos los años 2020 y 2021, donde sí estuvo anunciada, pero no hubo toros debido a la pandemia. Una ganadería que ha traído ocho toros de irreprochable presentación; la de este año es una corrida muy entipada en todas sus sangres, unos animales que esperan en los corrales al encierrillo nocturno del próximo 8 de julio en el que serán trasladados a los corrales del gas para correr el encierro y lidiarse en la plaza el día 9 por Adrián de Torres, Román -por tercer año consecutivo- e Isaac Fonseca.
Pese al rumor que siempre ha pululado por los mentideros taurinos, no todas las ganaderías cobran lo mismo en Pamplona, algo lógico y normal al tener unas más caché que otras. La Meca hace años que decidió pagar importantes cantidades de dinero por las corridas que eran lidiadas en Pamplona. Pese a correr los toros en el campo, algunos ganaderos no son muy amigos del encierro, ya que el animal corre un riesgo considerable de poder lesionarse y quedar inutilizado para la lidia. Otros explican a esta medio que el toro se desestresa con la carrera y no sale tan agarrotado al ruedo.
Según fuentes consultadas por este medio, la horquilla va entre los 72.000 y 120.000 € según el caché de cada ganadería. Por lo tanto, en la horquilla baja cada animal rondaría los 12.000 € mientras que en la alta su precio llegaría a los 20.000 €, unas cifras importantes, más si cabe con lo que se paga en algunas plazas de similar categoría donde ese precio ni mucho menos se paga a ganadería de media tabla.
Hros. de D. José Cebada Gago, 40 participaciones en unos Sanfermines donde la tragedia también estuvo presente
Este 2023 el hierro gaditano cumple su cuadragésima participación en los Sanfermines de Pamplona, pero a esta fecha tan redonda también viene unida otra con tintes más trágicos. El próximo 8 de julio se cumplirán 20 años del fatídico encierro que le costó la vida a Fermín Etxeberría Irañeta, mañana en el que ‘Castillero’ le quitó la vida. Como bien cuentan nuestros compañeros de OK Diario en Navarra, no fue por asta de toro, sino por un violento golpe en la parte trasera de la cabeza que le produjo un traumatismo craneoencefálico y coágulos en el cerebro.
Dos días más tarde, el 12 de julio, entró en coma clínico. Y ya no salió de él hasta su fallecimiento tres meses después. Sin duda un hecho desafortunado que dejó a todos conmocionados por lo vivido. Además de Etxeberría, quedaron heridos de gravedad por asta de toro otros tres mozos más en un encierro muy peligroso que sobrepasó los cuatro minutos y en el que los astados gaditanos dejaron instantes de mucho peligro.
Pero no sería justo quedarnos únicamente con eso, la divisa gaditana durante su larga trayectoria en Pamplona ha brindado toros bravos y nobles en el ruedo así como carreras espectaculares donde sus toros dejaron correr con total libertad a los mozos. Encierros donde siempre estuvo presente el peligro y el riesgo, pero en los que los allí presentes disfrutaron de carreras en las que se pudo “coger toro” como se dice en el argot. En 2022, los Cebadas protagonizaron el encierro más emocionante y peligroso, con tres corredores corneados: uno en el callejón con un toro vuelto y otros dos en la plaza. Además, hubo 6 traumatismos en un encierro que duró 3 minutos y 6 segundos.