Tras casi un mes de festejos en la primera plaza del mundo, y casi 24 horas después de la puerta grande conseguida por Morante de la Puebla en el coso venteño, parecía que el primer lunes post San Isidro iba a ser calmado y sin demasiados sobresaltos, es decir, un día más en la oficina. Pero esa calma que reinó prácticamente todo el día cambió tras la información publicada en ABC por Charo Pérez.
La información tenía como protagonista al diestro cigarrero y a la Monumental de Las Ventas, pero poco tenía que ver con su primera salida en hombros como matador de toros. Todo giraba en torno a la celebración de un festival taurino como homenaje a Antonio Chenel ‘Antoñete’. Hay que recordar que el pasado mes de mayo el propio espada hispalense habló en El Mundo sobre la construcción de un monumento hacia la figura del espada, dando este un paso más y anunciando la intención de cerrar la temporada en Madrid —como ya ocurre en Sevilla— con un festejo de corto.
«Será en octubre. «La Comunidad y la plaza ya nos han dado el visto bueno», comentaba José Antonio en las páginas de ABC. Un cartel para el que querría contar con toreros retirados para darle un sentido especial al mismo. Sobre la mesa están, o han estado, nombres tan importantes como Curro Vázquez, Joselito o El Juli, tres espadas estrechamente ligados a la figura de un espada que nos dejó el 22 de octubre de 2011 a los 79 años de edad.
Entre los toreros que ha tocado Morante también estaba el colombiano César Rincón, espada que ha cosechado grandes éxitos en esta plaza, y al que le unía una buena amistad con Antoñete. De las seis puertas grandes que consiguió el bogotano en la primera plaza del mundo, cuatro fueron de forma consecutiva —dos durante la Feria de San Isidro, otra en Beneficencia y una última en octubre— en la temporada de 1991, un hecho histórico en la plaza que no se ha vuelto a repetir.
En los años 1992 y 1993, el torero colombiano también cinceló faenas como aquella a Bastonito de Baltasar Ibán el 7 de junio de 1994, que le valió el corte de una oreja de enorme peso. En 1995 conseguiría su quinta puerta grande, sumando otra más en 2005 tras recuperarse de una larga enfermedad (hepatitis C). Un torero sincero y cabal que diría adiós a los ruedos en una campaña de 2007, donde tendría uno de sus triunfos más importantes en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla con un toro de Torrestrella.
«Quiero algo diferente. Que sean toreros importantes -que lleven tiempo sin torear-, y que la gente quiera ver» explicaba el sevillano en la entrevista conceda a Charo Pérez. Entre esos nombres se antoja complicado que esté el bogotano al llevar bastante tiempo sin torear en público. La importancia de la fecha, la relevancia de la plaza y su estado físico son elementos que no ponen fácil su presencia esa tarde vestido de corto. Tal y como reconoció Morante en la citad entrevista, «ninguno de ellos termina de verlo claro, alguno ya ha dicho que no», pudiendo estar entre uno de ellos el diestro colombiano
