Christian Parejo dejó, el pasado sábado en Las Ventas, una firme confirmación que debe tener premio. Porque selló una de las actuaciones más sólidas entre los jóvenes de lo que va de Feria de San Isidro.
Enlotó, en esa corrida, al toro más rabosón de la corrida de los Fraile. Ese Bonoloto primero de pezuña basta, enorme caja y cara fosca tuvo inercias y fondo para repetir mientras le jugó Parejo a la derecha. Antes le había firmado un inicio fulgurante de cambiados en los medios en los que aguantó hasta parones cuando le silbaba por detrás. Ahí tenía captado al tendido. Y en ese momento se la echó a la izquierda y le deslizó, en una serie de uno en uno, un par de naturales de magnífica profundidad. Y se sintió tanto el gaditano que buscó volverlo a sentir en un pitón que no daba más.
Por delante, una cita importante en la Copa Chenel, donde ya es uno de los favoritos. Y Francia como bastión este verano: Istres en junio y Béziers en agosto. Importante temporada por delante que debe tener premio en otros cosos de importancia.