Christian Parejo volvió a dejar su sello en su tercera cita en la Copa Chenel este sábado. Y a pesar de que la espada y el peor lote del encierro evitaron orejas, su seria actuación merece premio en la siguiente fase, que es la final.
Antes, ya había dejado un gran sabor de boca desorejando en San Agustín de Guadalix un gran toro de Montealto, pero la segunda y la tercera bola del sorteo, en la clasificatoria y en la semifinal, salió cruz, y tocó tirar de agallas en el festejo.
Recibió este sábado Parejo al tercero en los medios por verónicas. Se puso por ambos pitones, dejando los mejores instantes por el pitón derecho. Cerró con ayudados por alto y se le atravesaron los aceros y escuchó dos avisos. Silencio en el arrastre.
Cerró plaza Bombero II y lo recibió Parejo en el tercio. Faena medida con la muleta ante un toro de embestida larga. Lo llevó cogido por abajo, enseñando los vuelos de la muleta y alargando la mano en la salida. Mató de estocada algo caída tras una fea voltereta.