Jesús Enrique Colombo ha protagonizado dos estocadas de libro a sus toros de Pedraza de Yeltes esta tarde en Las Ventas. De hecho, la primera de ellas, que fue efectiva en segundos, fue merecedora de la petición de oreja no atendida por el presidente. Así hemos narrado sus actuaciones:
Largo, con desarrollo de pitón el segundo, fino de cabos, con cuello. Se arrancó alegre en varas en el segundo encuentro, donde toreó a caballo, además de picar, Israel de Pedro. Evidenció una tarde más sus facultades en banderillas antes de una faena esencialmente templada, descrita en medio de un qguacero. El toro derrochó nobleza aunque le faltara un punto de emoción en sus acometidas. Después de unas aplaudidas manoletinas cobró una gran estocada, y después de la espectacular muerte del toro hubo petición. También dio la vuelta al ruedo.
Largo el quinto, que tomó un puyazo de bravo para luego repucharse en el siguiente. Volvió a parear con facilidad Colombo que luego se peleó con un toro cuya transmisión y movilidad llegó mucho al público. No se sintió cómodo el venezolano delante de él en una obra a la que faltó a veces gobierno y en la que volvió a destacar una vez más su contundencia estoqueadora.