En noviembre de 2018, el empresario sevillano Diego Miguel Curiel adquirió la totalidad de los animales que quedaban en la finca ‘Arenales’ propiedad de la familia Sainz de la Maza. Este pileño, de 48 años, lleva tiempo dedicándose al trato de ganado bravo, pasando por sus manos reses de distintas ganaderías sevillanas, pero no fue hasta la fecha antes citada cuando se metió de lleno en la cría de ganado bravo.
El ganado fue trasladado desde tierras de Morón de la Frontera hasta El Garrobo, allí en la finca ‘Santa María de las Cañadas’, pastan desde hace casi 4 años los animales de esta reconocida ganadería de bravo. La intención del nuevo ganadero era lidiar los animales herrados con el hierro de Conde de la Maza a Herederos del Conde de la Maza hasta lidiar los animales ya herrados con el de casa.
Aquellos becerros que llegaron sin herrar a su nueva casa a finales de 2018 y que habían nacido a partir del mes de julio se les marcó a fuego con el guarismo 9, al ir el año ganadero desde el mencionado mes de julio hasta junio del siguiente año. Pero a Utrera han ido aún dos toros herrados con el hierro de El Conde de la Maza al tratarse se cuatreños nacidos y herrados en Arenales antes de julio.
El número 5 de nombre Albardonerito nacido en marzo el 2018 (G8), y número10 Greñosero nacido en enero del 2018 (G8) llegaron a los corrales de la plaza de toros de Utrera el pasado domingo 4 de septiembre para entrar como sobreros en la corrida de Victorino Martín, siendo de los últimos toros herrados con el hierro de la familia de la Maza.
Orden de lidia toros de @victorinotoros para esta tarde en #Utrera pic.twitter.com/U7lEC7IN37
— Manolo Viera (@ManoloVieraN) September 4, 2022