Nunca rompió hacia adelante el primero de la tarde, un toro de Mollalta que siempre embistió con la cara a media altura y donde Filiberto tiró de oficio para intentar solventar las dificultades de un toro que embistió por dentro. Complicado fue el de Mollalta en la muleta, donde en las últimas embistió arrollando hacia tablas. Tras pinchar, dejó algo menos de media estocada echando mano el descabello en numerosas ocasiones.
Poco celo mostró en su salida el segundo de Toros de Mollalta, al que Juan de Castilla recetó suavidad con el percal en los lances de recibo y, aunque el toro se desgastó lo suyo en el único encuentro con el caballo, embistió con cierta calidad al buen quite del colombiano por templadas chicuelinas y media mandona. Raúl Cervantes y Vicente Herrera saludaron una ovación, después un buen tercio de banderillas, tras el que Juan se hizo con las embestidas del toro por bajo, obligando y marcando bien el camino, pues el de Mollalta empezó a pensarse el acudir a cada cite. Así, el de Medellin tuvo que emplearse para que el toro nunca perdiera el escaso celo, provocando sin violentar, tocando para no dejarle parar y templando para evitar el derrote que le hiciera cortar el viaje. De esta manera llegó la mejor serie al natural, jugando mucho los vuelos con autoridad y sacando los pases de pecho al hombro contrario. Al final, con el toro más entregado, se metió entre los pitones, pero los pinchazos le hicieron perder el posible trofeo al sincero esfuerzo. Ovación tras aviso.
Fue devuelto el tercero de la tarde, saliendo en su lugar un tercero bis de José Enrique Fraile de Valdefresno. Lanceó con suavidad Rafa Serna ante un animal que no se deslizó de salida. El animal no tuvo fijeza alguna en la muleta de Serna, un torero que intentó limpiar la embestida a media altura de un astado que se lo guardó todo dentro. Porfió el sevillano en un trasteo desigual donde Serna porfió sin suerte. Dejó una buena estocada para firmar una labor sincera. Antonio Ronquillo pasó a la enfermería tras llevarse un golpe apuntillando al animal.
Buen recibo capotero de Filiberto al cuarto de la tarde un animal que la tomó con nobleza. Pese a la mansedumbre del animal y la poca fuerza que tuvo, Filiberto le ligó los muletazos entendiendo el comportamiento del astado. No le apretó nunca a un toro que acusaba la exigencia. El murciano le buscó las vueltas, pero nunca pudo redondear, una labor que el público supo valorar en su justa medida. Tras media estocada escuchó un aviso, pero el reiterado uso del descabello evitó una posible petición.
Otro aire tuvo el quinto, más fijo y alegre en su galope, aunque con cierta tendencia a irse a los chiqueros. Sin embargo, se desplazó bien en las mecidas verónicas del saludo capotero, pero en la muleta descompuso los viajes, soltando la cara unas veces o perdiendo las manos en otras. Juan apostó desde el inicio de rodillas en los medios y en esas series enrazadas, en las que la estética daba paso a la autoridad para imponerse y ordenar las embestidas. Al natural, Juan de Castilla encontró un reposo templado, cuajando una serie soberbia. Y como de apuesta iba el asunto, asustó el colombiano al miedo con una serie de manoletinas de rodillas. El toro, al final, solo pudo obedecer. Y el espadazo, fulminante, le abrió de par en par la puerta grande. Justo premio a su entrega. Dos orejas.
Muy templado fue el recibo a la verónica de Rafa Serna al último de la tarde. Un toro con profundidad en la embestida, al cual toreó muy despacio el torero sevillano. Serna buscó pulsearlo y llevarlo largo, pero si le apretaba demasiado tendía a protestar. Dejó buenas tandas por el derecho a media altura, además de algún que otro buen natural que fue jaleado por los aficionados que acudieron a esta tarde en la localidad madrileña. Tras una estocada algo tendida, paseó el doble trofeo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Moralzarzal (Madrid). Un cuarto de entrada
Toros de Mollalta (1º, 2º, 3º bis) y José Enrique Fraile de Valdefresno.
Filiberto (verde menta y oro): Ovación y ovación
Juan de Castilla (Blanco y oro): Ovación y dos orejas
Rafa Serna (Marfil y oro): Silencio y dos orejas
INCIDENCIAS: Antonio Ronquillo sufrió una fractura de muñeca, fue escayolado, estando pendiente de operación.
GALERÍA: Ángel Bravo