El proyecto “Aprende a Ver Toros” de la Fundación Toro de Lidia (FTL) comparte algunos conceptos que deben saber tanto los aficionados como los menos avezados en temas taurinos para saber ver una corrida de toros. Este vídeo está enfocado en los tipos de cornadas que puede sufrir un torero dentro de la plaza, por eso en este nuevo capítulo se contó con la presencia de D. Enrique Crespo, una eminencia en el campo de la cirugía taurina.
“Yo a las cornadas que tengo más respeto son aquellas que afectan a la región axilar o en la parte alta del triángulo de Scarpa, porque tanto en una zona como en otra hay una arteria y una vena, la Ilíaca, y la Axilar que son muy difíciles de controlar y que pueden llegar a matarte en cuatro o cinco minutos por la hemorragia que provocan” explicaba el propio Enrique Crespo en dicho vídeo.
Pero se quería ir más allá y ver las diferencias entre una cornada por un toro astifino y otro que ha sido arreglado, algo que está totalmente prohibido en los distintos reglamentos, pero que parece que muchos se saltan a la torera sin recibir castigo alguno: “Un toro afeitado lo que pasa es que tiene mucha menos probabilidad de herirte, pero si te hiere y si mete el pitón, pues no hay una diferencia, digamos clara, entre una herida por pitón astifino o una herida por un pitón arreglado. Eso sí, la probabilidad de que provoque una herida es mucho menor que estando íntegro, claro”.
Mucha mayor preocupación entraña el toro astillado, ese que al rematar contra los distintos burladeros se estropea sus defensas, quedando la punta abierta, para Crespo su peligro es aún mayor: “A mí el pitón astillado si me dan miedo porque la herida si ya de por sí es anfractuosa, sin estar un pitón astillado, si se te mete dentro te provoca más lesiones musculares, y luego una cosa muy importante que, esos trocitos del asta astillada se pueden quedar dentro de la herida. Dejarte un trozo de asta o un trozo de lentejuela en el interior de una cornada lleva irrevocablemente a una infección de la herida, y una cornada infectada es un problema muy serio”.
Una cosa queda totalmente clara, el pitón del animal bravo hiere esté afeitado, en puntas o astillado, la diferencia reside en sí cala el pitón o no. Evidentemente, un toro afeitado al estar algo más romo es más fácil que deslice y no cale, provocando aquello que se conoce como varetazo, mientras que si el pitón está íntegro el % de cortar la piel es mucho mayor, produciéndose una herida nada más contactar con esta. Sea como fuere, es igual de inaceptable el sacar punta a un animal que quitársela, pero queda claro, que una vez que el pitón entra en la piel es igual de dañino uno que otro.