Este martes en Las Ventas, el sector más emblemático de la plaza, el tendido 7, volvió a marcar la pauta de una afición que no baja la guardia. En un ambiente en el conjunto de la plaza algo más relajado que en otras tardes en cuanto a la exigencia de la afición, fue precisamente esta parte de la plaza la que se hizo fuerte desde el primer novillo, marcando el ritmo del festejo y dejando claro que la plaza de Madrid no se conforma con menos de lo que merece.
La novillada, desigual de presentación, provocó protestas desde los primeros compases. Sobre todo en el tercio de varas, el tendido 7 no perdonó ni un detalle. La vuelta al ruedo de El Mene en el quinto también la protestó, honrando el nivel que exige la primera plaza del mundo.