ENTREVISTA

Cristian Climent: “Quiero llenar Valencia de pirotecnia, de traca, de pólvora… y de mucho sorismo”


viernes 19 febrero, 2016

El Soro, en espíritu, habían vuelto a darse cita en una plaza de toros: su esperanza se llama Cristian Climent, el novillero al que apodera y que hoy abre su corazón en CULTORO

El Soro, en espíritu, habían vuelto a darse cita en una plaza de toros: su esperanza se llama Cristian Climent, el novillero al que apodera y que hoy abre su corazón en CULTORO

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Cristian
Climent es la esperanza del toreo valenciano. Eran finales del sudoroso mes de
julio de 2015 cuando hacía el paseíllo en la calle de Xátiva y el maestro
Vicente Ruiz «El Soro” permanecía expectante durante su actuación. Le hizo prender
las banderillas y dar todo un recital del sorismo que levantó la plaza y que también
enorgulleció el toreo de siempre muleta en mano. El Soro, o al menos su
espíritu, habían vuelto a darse cita en una plaza de toros tras su reaparición
meses antes. Ahora era en cuerpo y alma de un Cristian Climent que trenzaba el
cuarto de sus paseíllos como novillero en Valencia con la toga de saberse
ganador de la batalla. Porque se la curró. Y ahora lucha junto a Vicente.

«Estoy muy feliz.
Estoy en la ganadería de Los Azores, junto al maestro Vicente, y esta es la
preparación soñada de un chaval que quiere ser torero. Llevaremos ocho o diez
tentaderos. Estoy loco porque llegue el día 14 porque realmente me quiero
expresar como soy y quiero dar un golpe importante en mi tierra, entre los míos
”, señala el jovencísimo
novillero. Sabe que la suerte es mucha, pero la responsabilidad que a día de
hoy pesa sobre sus espaldas es mayor. Tiene al lado a uno de los figurones
taurómacos de la historia y sabe y debe hacer honra a la confianza que Vicente
ha puesto en su carrera.

Es
joven, tiene la frescura y la ilusión de quien empieza pero también la
inexperiencia de quien aún no está rodado para la alternativa. En el campo se
ve «con
muchos defectos, aunque bien. Hay mucho que mejorar, me exijo mucho y la
perfección nunca la vamos a encontrar pero voy en busca de ella. Me encuentro a
gusto por momentos cuando veo que aquello lo llevo como quiero y fluye todo
como lo siento. El maestro y los ganaderos lo ven bien, me enseñan y aconsejan,
y vamos juntos hacia adelante”.

Hará el
paseíllo junto a dos titanes novilleriles como Álvaro Lorenzo y Ginés Marín. Ya
se las saben todas. La materia prima es garantía, sobre el papel, de éxito: El
Parralejo, vacada que ha obtenido triunfos brillantes en las novilladas del
pasado año. «Es la primera vez que voy a matar una novillada de El Parralejo.
Esperemos que embistan como suele embestir porque puede ser un día importante
para todos. Sobre todo es crucial que metan la cara para poder expresarnos, que
el público de Valencia lo vea y podamos salir de nuestra tierra de una vez por
todas, que nos hace mucha falta
”, señala.

El año
pasado Cristian fue la gran sorpresa del verano valenciano. Hizo el paseíllo al
lado de Fernando Beltrán, Posada de Maravillas, Álvaro Lorenzo, Jorge Escudero
y Varea y sólo él se ganó la salida a hombros que no concedió el palco. La
novillada de El Ventorrillo, cambiada a última hora en sustitución de una de El
Torreón, tuvo embestidas para entender y perfectamente las comprendió Climent: «Aquella
tarde, de las cuatro que llevo en mi plaza en las que siempre he puntuado, me
sentí de verdad. La cumbre hubiese sido abrir la Puerta Grande. Esperemos
reivindicarlo estas Fallas. Aquella tarde me hacía mucha falta tanto
profesionalmente como personalmente. Tenía que pasar algo de verdad y, aunque
no salimos a hombros, me dejó expresarme, sacar la personalidad y sacar la
pirotecnia valenciana que a veces hace falta”.

Sobre
cómo definiría el sorismo y esa particular forma de concebir el toreo, el
jovencísimo levantino lo tiene claro: «Es Valencia. Es pólvora. Es pirotecnia pura.
Estar al lado del maestro Vicente es un sueño. Aún no me creo que me cuente sus
vivencias, que me inculque su forma de ser y de torear .Yo tengo mi
personalidad pero el abanico debe ser amplio y tenemos que tener dentro todas
las tauromaquias posibles. Gracias a Dios, con el maestro, esa cosita de la
ebullición, de la emoción, del arrollar y de tener el golpe exacto en el
momento exacto lo vives de primera mano. Me siento orgulloso y privilegiado de
estar a su lado, cada uno teniendo nuestra personalidad”.

Entrenar
al lado del maestro Vicente exige la responsabilidad de saber hacer todo bien,
al menos de salón… y si es con las banderillas, más todavía. Al lado de uno de
los mejores colocadores de palitroques de la historia, Climent asegura que
seguirá poniendo palos: «Antes no se me pasaba por la cabeza coger
las banderillas, pero estando delante de uno de los mejores toreros
banderilleros de la historia ni me lo pienso ahora. Me salió solo. Él no me
obligó, pero me dijo que me si me gustaría. Al principio me quemaban, pero poco
a poco le he ido cogiendo el gusto y ahora estoy loco de poder cuajar un toro
con las banderillas
”.

En
cuanto a la estructura de la presente temporada se refiere y, sobre todo, si
irá pronto a Madrid o no, Climent asegura que «estoy loco por ir a Madrid
porque estamos en una situación en la que nos toca. Es la única plaza que nos
puede dar o quitarnos lo poco que tenemos. En Valencia cuentan con nosotros
porque es nuestra plaza y nos lo hemos ganado, pero hay que salir ya de
Valencia y esa tarde del día 14 debe ser el pistoletazo para que nos abran las
puertas de las Ferias importantes”.

Una
última pregunta indiscreta para un torero: ¿Cómo lo concibe? «El
toreo es una bendita locura que me conmueve y ojalá y Dios quiera y lleguemos a
un cuarto de lo que ha llegado el maestro Soro”.