JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Cristian Escribano es uno de los matadores jóvenes que cortó una oreja en su confirmación de alternativa a la corrida de Valdellán y ahora le ha tocado de nuevo el turno. Ese apéndice ha tenido el premio de dos tardes en Madrid, la primera de ellas este jueves con el festejo goyesco y el encierro de José Luis Pereda. C
La más sincera de las suertes por el lote del jueves, que no por la preparación, porque está siendo ésta ardua e intensa.
Sí, el invierno está siendo positivo, sabemos que hacer campo no está siendo fácil en estos años, pero nos estamos preparando todo lo posible y mentalmente sobre todo.
Tardó en llegar aquella confirmación, pero llegó y de qué forma… todavía recuerda la afición de Madrid aquella soberbia estocada.
Sí, tardó mucho en llegar, pero por una parte hay que mirar el lado positivo. Creo que me encuentro en un momento muy bonito, con una madurez importante. Llegar a Madrid y cortar una oreja, a pesar de la espera, merece mucho la pena. Ojalá empecemos a caminar en el sitio que quiero estar, que son las ferias.
Supongo que el ejemplo de tantos toreros con los que la dureza se cebó en los primeros años de alternativa y que ahora están saliendo adelante te habrá servido.
Sí, miro a compañeros que llevan muchos años de alternativa y que al final con sacrificio, constancia y querer ser alguien la vida les ha dado la oportunidad y la han aprovechado al cien por cien. Miro mucho a mis compañeros que han estado ahí abajo y por qué no puedo serlo yo también.
Nunca has dejado la toalla tirada, y aunque fuese en plena Mancha, has intentado salir adelante, no perder la fe y eso está teniendo su premio.
Estos años sabemos que el toreo estaba muy difícil, pero me he ido manteniendo y toreando festivales, además de alguna corrida de toros. Eso me ha mantenido con la ilusión intacta, que es lo importante. A ver si quieren rodar las cosas como creo que me estoy preparando.
Encaste Núñez, ¿qué experiencia tienes con el hierro?
Es un toro que lo puedo entender. De Pereda maté una novillada en Otoño. No hubo un triunfo, pero la entendí perfectamente. Es un encaste importante, porque el toro que te regala quince embestidas son con transmisión y para Madrid se necesita eso.