FOTO: VÍCTOR LUENGO
Cristian Escribano atesora en su tauromaquia el buen gusto, las formas cadenciosas y esa torería innata que tanto conecta con el tendido. Su trayectoria lo ha obligado a curtirse esperando con paciencia el momento, la oportunidad que le pueda abrir el abanico tan ansiado de las grandes ferias y el gran ambiente que ya consiguió como novillero. Y es que pese a que pasen los años, las formas toreras no se han perdido, pues forman ya parte de su idiosincrasia más personal. Así lo demostró en 2019 en sus tres tardes en Madrid y el año pasado en el único compromiso que pudo torear, en la plaza de su pueblo, en Esquivias. Tras casi un año en el dique seco, volverá a vestir el chispeante este domingo en Añover de Tajo con una seria corrida de Buenavista, compartiendo terna con Curro Díaz y Esaú Fernández.
«Tengo muchas ganas de volver a la plaza y poder sentir las sensaciones que sentimos los toreros porque son únicas» explica el diestro toledano. «Afronto la corrida del domingo sobre todo con ilusión, pero también con ganas de poder disfrutar de lo que me gusta y lo que me hace feliz» confiesa el espada. «Además, Añover es una plaza muy torera en la que pude estar como novillero sin caballos y voy con muchísima ilusión» señala.
Para su vuelta, tendrá enfrente una corrida de plaza de primera, seria y cuajada del hierro de Buenavista. «Es una corrida que iba ir el año pasado a Zaragoza. Tiene buenas hechuras y es armónica, pero es muy seria, está rematada por todos sitios y tiene una presentación impecable» señala Escribano.
«Voy con esa incertidumbre de ver cómo me voy a encontrar porque es mucho tiempo parado, pero creo que estoy preparado»
La ganas son mayores aún si tenemos en cuenta que Cristian no se viste de luces desde agosto del pasado año. «Es prácticamente un año sin torear y hacerlo en la plaza es distinto a hacerlo en el campo. Voy con esa incertidumbre de ver cómo me voy a encontrar porque es mucho tiempo parado, pero creo que estoy preparado» señala. La última corrida que toreó fue en Esquivias la pasada temporada, en una tarde de mucha repercusión con un encierro muy completo de la ganadería de Virgen María, de la que Cristian Escribano guarda un recuerdo muy especial. «Fue una tarde bonita en la que a todos nos salieron las cosas bien porque cada uno en su estilo estuvimos a un gran nivel».
«No he dejado de entrenar ni un sólo y atravieso un momento en el que me encuentro muy feliz»
Desde entonces, se ha preparado en el campo aguardando su momento, sin dejar de entrenar ni un sólo día. «Me he seguido preparando tanto físicamente como de salón como si fuera a torear treinta o cuarenta festejos. No he dejado de entrenar ni un sólo día y he hecho todo lo que he podido. Los tentaderos ayudan mucho y quizá este año no he hecho tanto campo como el pasado, pero atravieso un momento en el que me encuentro feliz y eso es lo más importante. Espero que la corrida nos ayude y pueda mostrarme como me gusta hacerlo» explica.
Sobre el devenir del resto de la temporada, el toledano es optimista y prefiere ver el vaso medio lleno. «Quiero creer que en agosto y septiembre se van a mover muchas cosas, pero dependemos del virus. Debemos tener fe en que todo va a ir mejorando, en que las vacunas están haciendo su efecto y en que los ayuntamientos empiecen a dar sus fiestas en agosto y septiembre que son fundamentales para todos los sectores» explica. «Es necesario que de una vez por todas se empiecen a mover las cosas porque hay mucha gente que lo está pasando muy mal, aunque no hay que perder de vista que esta enfermedad mata y es muy peligrosa».
«Es muy necesario que Madrid se abra de una vez por todas»
En el pensamiento de Cristian, como el de tantos y tantos toreros, Madrid ocupa un lugar preponderante. Y más si tenemos en cuenta que el toledano hizo el paseíllo tres veces en la primera plaza del mundo en 2019. «Para toreros como yo Madrid es necesario y estoy seguro que tanto la Comunidad de Madrid como Simón Casas están haciendo todo lo posible para dar toros en la capital. Estoy seguro de que a lo largo del verano se van a empezar a dar festejos. Es muy necesario que Madrid se abra de una vez por todas» sentencia.