EL DETALLE

El encuentro entre Cristina Sánchez y Olga Casado: el pasado y el futuro femenino del toreo moderno


sábado 15 marzo, 2025

Tras el triunfo de Vistalegre la novillera formada en la escuela taurina José Cubero “Yiyo” de Madrid, debutaba con caballos el pasado domingo en Olivenza y se encontró en el patio de cuadrillas con Cristina Sánchez.

Olga Casado
El encuentro entre Olga Casado y Cristina Sánchez. © Luis Miguel Sierra

El pasado domingo 9 de marzo tenía lugar en la plaza de toros pacense de Olivenza el tercer festejo de abono -segundo tras la suspensión de la corrida del día anterior- una novillada donde se anunciaba el debut con caballos de Olga Casado. Un festejo matinal donde también trenzaban el paseíllo el salmantino Marco Pérez y el portugués Tomás Bastos. Con un gran ambiente en los tendidos y enchiquerados novillos de diferentes comenzó un festejo que acabaría pasado por agua.

Tras el golpe sobre la mesa dado en el festival celebrado en el Palacio Vistalegre el pasado mes de diciembre, el nombre de Olga Casado estaba en boca de todos los aficionados. Unos meses después del rabo cortado a un gran animal de Garcigrande la novillera formada en la escuela taurina José Cubero “Yiyo” de Madrid daba un paso fundamental en su carrera. Su resultado final fue de ovación tras aviso y oreja tras aviso en una mañana donde la espada le privó de salir en hombros.

El que sí saldría en volandas aquella mañana sería Tomás Bastos, un portugués que se alzaría como máximo triunfador tras pasear cuatro orejas de sendos utreros de Talavante. Se da la circunstancia de que la apoderada del novillero luso es Cristina Sánchez, matadora de toros que consiguió varios triunfos sonados durante su carrera y espejo de una Olga Casado que nunca ha ocultado su admiración hacia ella.

La presencia de ambas en el patio de cuadrillas fue captada por el fotógrafo Luis Miguel Sierra quien gentilmente ha cedido la fotografía para ilustrar la portada de dicha noticia. Una imagen que este también publicó en sus redes sociales junto al siguiente texto: “Pasado y presente, historia y futuro, unidas por la misma pasión. Diferentes épocas, pero la misma valentía. Porque el talento, la fuerza y la pasión no entienden de géneros”.

 
 
 
 
 
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En una reciente entrevista realizada por David Jaramillo en La Razón, este le preguntó sobre la figura de la madrileña y la coincidencia de ambas antes de dar comienzo el festival de Vistalegre del pasado mes de diciembre. Se trataba de un festejo benéfico para los afectados por la DANA en el que se anunciaba junto al valenciano Enrique Ponce, el francés Sebastián Castella, el alicantino José María Manzanares, el pacense Alejandro Talavante, el madrileño Fernando Adrián y el peruano Andrés Roca Rey ante astados de diferentes ganaderías.

Cristina Sánchez ha sido un referente en la historia del toreo femenino. ¿Habló con ella?, se le cuestionaba en un fragmento de la citada entrevista: “Sí, me felicitó y me deseó suerte. Me alegra mucho que una mujer como ella, que ha sido la mejor torera hasta ahora, me haya mostrado su apoyo. Pero mi objetivo es superarla y marcar mi propio camino en la historia del toreo”, acabó contestando. Una tarde que cambió la vida de una novillera que ahora está en boca de todos los aficionados tras aquella tarde de invierno en el Palacio Vistalegre.

A Olga Casado, que se enfrentaba a su primer novillo con picadores en público, la obligó el tendido a saludar antes de comenzar su actuación. Pero cuando salió el de Garcigrande, abriéndose mucho en el capote, le sopló verónicas perfectamente compuestas y con mucha sensibilidad, conquistando al tendido. La lástima fue en el quite, cuando intentó el quite de oro y se le fue el novillo debajo, desluciendo un poco lo que iba para deslumbrar a la plaza. Brindó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y comenzó con un inicio de cambiados sin mover los pies que pasmó a la concurrencia por quietud y seguridad. Pero fue después, con la ligazón de las series con la mano derecha, vertical y entregada, conduciendo con profundidad la gran embestida del animal para conquistar el tendido repleto. Todo limpio, todo inmaculado, pero con un lío muy gordo formado al animal. Epilogó con la personalidad suficiente para pegarle poncinas delante de Enrique Ponce al animal, y manoletinas antes de pegarle una estocada contundente y pasear las dos orejas.