EDITORIAL

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar…


martes 8 junio, 2021



Editorializábamos a inicios de año que el final del 2020 y el inicio del año 2021 habían dejado, entre varias situaciones polémicas en plazas de categoría en el panorama taurino, la problemática del uso del toreo cual vaca lechera en los pliegos de condiciones, algo que unido a la incertidumbre reinante, se resumen en hechos como el acaecido en Algeciras. Que no tiene justificación alguna, pero no por ello era inesperado dados los plazos y las formas con las que se sacó a concurso la plaza y se pretendió adjudicar (un hecho que nunca ha llegado a ser tal, puesto que José Montes ni ha firmado el contrato).

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar… ya las puede ir poniendo a remojar. Porque a mes y medio de que, en principio, se celebre 

El concejal de Toros de El Puerto ha confirmado, en una reunión mantenida con la Asamblea Taurina de Cádiz, presidida por José Grado, que el pliego está a punto de ver la luz y es sólo para festejos taurinos, por tanto, contratará únicamente los espectáculos de toros cediendo su uso para la celebración de las corridas, pero nunca haciendo cesión del edificio monumental que queda siempre bajo la tutela del Ayuntamiento; cambiando así el modelo existente hasta ahora para impulsar de manera definitiva la ciudad como centro del mundo del toro y capital del verano de la tauromaquia.

Puerto de Santa María –que aún no ha sido publicado oficialmente, pero las líneas de éste fueron publicadas este domingo por La Voz de Cádiz-. 

La libertad es la principal virtud que echan en falta los empresarios en las condiciones que se empeñan en incluir las administraciones públicas en los concursos para regentar las plazas de toros. Tal vez por eso uno de los nombres fundamentales para entender la gestión de cosos de importancia en la actualidad, Toño Matilla, ve con tanto escepticismo la situación de los cosos de titularidad pública que su apuesta son las plazas privadas. 

Sin embargo, son muchas las plazas de toros de titularidad pública, que suelen exigir un canon a quien pretenda su concesión o un porcentaje de la venta de entradas, gravando de esta forma las entradas a la hora de ponerlas a la venta para adquisición del aficionado. Canon más alto igual a entrada más cara. E igual a dinero para la administración, en un espectáculo cuyos detractores acusan de cobrar subvenciones de ésta. Para llorar.

Y el tiempo, factor clave. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar…