En la ganadería de bravo es importantísima la figura del caballo, un animal que está junto al toro bravo día a día y que ayuda al vaquero y al mayoral a realizar sus quehaceres en el campo. En este caso, en la ganadería cacereña de Victorino Martín, también son indispensables los equinos para el manejo de sus animales, tanto del hierro titular como el de Monteviejo.
En el siguiente vídeo, compartido en las redes sociales de la ganadería hace unas semanas, se ve cómo una manada de yeguas es conducida por el propio ganadero hasta un cercado: hay que curar a dos de ellas. No es un trabajo fácil debido a su acusada querencia al cercado donde conviven, pero es necesario para realizar dicha cura. El trabajo se hace despacio y sin sobresaltos hasta concluir la faena. «Vienen como balas», comentaba la hija del ganadero, Miriam Martín, en la filmación.
Victorino Martín lleva toda su vida montado en un caballo, por eso tiene un gran cariño y conocimiento de este animal. Su yeguada tiene como objetivo acercar al aficionado al mundo del caballo, mostrar su crianza, sus cuidados y su doma.
De sangre pura Lusitana, esta raza de caballos se caracteriza por su nobleza y su belleza, teniendo como fin el trabajo diario en la ganadería, su preparación para rejoneo y la doma clásica. Una raza que lleva criando Victorino desde hace bastantes años, teniendo una yeguada bastante consolidada en el sector.
Al igual que ocurre con el caballo andaluz, tradicionalmente se ha destacado su bravura, flexibilidad y nobleza que los hacen adecuados para la monta, el rejoneo y la doma clásica por lo que en casa del ganadero extremeño su crianza se antoja básica como complemento a la cría y selección del toro bravo.
Los otros negocios de Victorino
El caso de Victorino Martín es similar al de otros muchos ganaderos que han diversificado la explotación de sus fincas para sacar un mayor rendimiento económico de éstas además de la propia venta de toros bravos para las plazas. Por ello tiene un proyecto rural en su ganadería, sin duda, la llave para exportar al mundo un entorno único. Sus largas extensiones cacereñas también son utilizadas para la agricultura y el olivar, teniendo también una yeguada pura sangre lusitana para rejoneo y doma clásica.
Es cierto que hay muchos ganaderos que por la zona donde se encuentra el ganado diversifican el bravo y la agricultura, encontrando una vía de ingresos para paliar las posibles pérdidas que da el ganado bravo. En la sierra el aprovechamiento se basa en un gran porcentaje en el corcho y en la cinegética, amén de la cría del cochino ibérico, mientras que en zonas de campiña es la agricultura y el olivar los que sustentan en muchos casos al ganado bravo.