La ganadería sevillana de Campos Peña ha pasado por tres generaciones que vienen heredándose desde los años 70. El ganadero Curro Campos pertenece a la cuarta generación y cuenta la procedencia actual de la ganadería a Cultoro: «Este hierro viene de Hato Blanco viene con vacas del Litri y, después, para refrescar se compró ganado a la ganadería Espartaco, que también tenía Guateles. Siempre hemos intentado mantener el encaste Guateles lo más puro posible. Desde hace unos seis años, por partición familiar, pasa la ganadería a manos de mi padre y él delegó en mí. Antes teníamos encaste Urquijo y Contreras, pero este último se eliminó porque estaba destinado a las hermanas de la familia, pero no continuaron con la labor, Urquijo lo lleva mi tío Ernesto y Guateles, Hato Blanco, lo llevamos nosotros».
Hablando sobre el salto generacional, Curro Campos nos comenta su opinión: «Creo que es muy necesario. Ahora los proyectos tienen ideas de la realidad porque hoy en día se necesita un toro que aguante muchos muletazos por abajo y que transmita, porque a la mínima que aburra, aburre a todo el mundo».
La finca “Hato Blanco Viejo” se sitúa en Aznalcázar (Sevilla), siendo Villamanrique de la Condesa el pueblo más próximo. Parte de la finca está en una zona de marismas en las que pastan los animales: «Hay una parte de superficie en la ganadería donde contamos con marismas. Depende de cómo venga el año, pero en años normales, durante seis o siete meses el ganado pasta allí, sobre todo las vacas madres. Esto nos supone un ahorro económico importante y es uno de los puntos por los que podemos seguir manteniendo la ganadería».
Otro hecho importante dentro de las ganaderías es la facilidad del manejo del ganado: «Una ventaja de la finca es que es plana y esto facilita el manejo en comparación con una dehesa quebrada. Por otro lado, a lo largo del tiempo hemos visto que una parte de la finca es arenosa, que es donde pastan los toros. Ésta al tener arena perjudica algunos meses en el crecimiento o el no desgaste de las pezuñas. Además, se le suma que nosotros no corremos a los toros y hemos tenido algunos problemas en los que hemos tenido que meter a toros para recortar las pezuñas porque no tenían ese desgaste, algo que normalmente ocurre por su propia condición en su andadura, pero se intenta paliar con las fórmulas del pienso para que no se agrave mucho».
Búsqueda interna en el 2022 tras la crisis de la pandemia
Como en todo el sector, esta ganadería también ha sufrido la crisis consecuente de la pandemia mundial. En esta casa se redujo el número de ganado, y el pasado 2022 fue un año de búsqueda y selección interna. Los animales restantes fueron destinados a las calles, según nos explica el joven ganadero: «El año pasado por desgracia todavía arrastrábamos los coletazos del COVID y reducimos mucho ganado metiéndolo a puerta cerrada, me quedé con dos sementales. También hubo muchos cuatreños y cinqueños que quitamos. Lo que más destaco es el trabajo o beneficio que obtuve por meter al ganado en la plaza del campo y tentarlo. Me sirvió sobre todo como ganadero para saber lo que tenía dentro. Se salvó la temporada vendiendo casi 20 toros para las calles porque no tenía novilladas».
Los encierros, los recortes, los toros de cajón… son unos festejos populares con mucha demanda en estos últimos años, los cuales han resultado de gran ayuda a algunas ganaderías, como es el ejemplo de Campos Peña: «Ya antes de la pandemia, nuestro encaste era muy solicitado para las calles. Son partes del sector que han dado muchas salidas y beneficios a las ganaderías, siendo un alivio económico para nosotros».
Fechas y objetivos para el 2023 de Campos Peña
La ganadería sevillana está formada por 90 madres y 4 sementales. El ganadero relata cómo ha ido aumentando el número de madres: «Antes de comenzar con la gestión no había sido muy conocedor de cómo había sido la selección de madres. Yo me quedé con 50 vacas, luego fui subiendo poco a poco el número según lo que realmente buscaba. Al principio, siempre me ha gustado lidiar de novillos porque creo que se ven más cosas y no quiero dar el salto de ir a corridas de toros porque después es un mercado muy complicado y el retroceso es mucho más dañino. Entonces, queremos lidiar con novilladas e ir viendo un poco qué efecto están teniendo los cambios que se están produciendo en los criterios de selección».
El joven ganadero nos cuenta con pasión e ilusión sus objetivos: «Mi objetivo principal es aunar que el público salga de la corrida de toros contento. Que vean a un toro con el que piensen que no podrían ponerse delante porque es un toro bravo, llamándole bravura a un toro completo que humille, que tenga recorrido… a esto me refiero que no tenga defectos como mirar, pararse a mitad de la embestida, que sea cómodo para el torero dentro de la dificultad que es torear a un toro. Sobre todo, quiero que transmita todo lo que haga, para bien o para mal. Hoy en día vivimos en una sociedad en la que necesitamos todo muy pronto. Entonces, quiero que salgan los animales embistiendo lo más pronto posible, para enganchar al público, para enganchar al banderillero, para que a los picadores se vengan arriba en varas y el torero tenga ganas de coger la muleta. Busco un toro con mucha transmisión y una virtud común, la calidad. Esperemos ver esos resultados en las próximas novilladas».
Para esta temporada tienen unos 40 animales, tal y como señala Curro Campos, «tenemos 3 novilladas con caballos cerradas y tres corridas de toros. La semana que viene (28 de enero) lidiamos en Lucena del Puerto, el 5 marzo en Niebla y el 19 de marzo está por definir. Hay dos corridas también por definir y algunos toros sueltos para las calles«.