Con menor expresión, más terciado, pero igualmente inconfundible su origen de Lora del Río, el tercero fue un cárdeno oscuro girón. Ya desde el recibo de capa, se vio mermado a Damián Castaño, que se había vestido en la misma enfermería tras ser infiltrado con la herida fresca de su reciente cornada en el gemelo en Mont de Marsan (Francia). Fue un toro con mucha movilidad en los primeros tercios y que cumplió en varas. Buen tercer par de Rubén Sánchez con las farpas. Castaño no volvió la cara y lo citó desde la misma boca de riego. Muleta adelantada. Como un talgo se apresuró el de Miura, encastado y con mucho más poder que sus hermanos previos. No era sencillo aguantar ese exigente torrente de casta. Menos aún ostensiblemente mermado. Lo hizo en una segunda tanda y el burel le rebañó con el pitón derecho. Colgado de la chaquetilla, le tiró mil y un derrotes. En uno de ellos, le abrió la taleguilla por la corva derecha de parte a parte. Se quitó la chaquetilla y aún más limitado, volvió a la cara para robarle dos tandas cortas más, en las que hasta se gustó en algún molinete. Ironías del destino, tras pinchar el triunfo en más de media docena de toros esta temporada, metió el acero hará la yema, algo contrario eso sí, el día que menos facultades se le atisbaban. Surtió efecto la tizona y paseó un épico trofeo.
PERCANCE
Épica de Damián Castaño: sufre una espeluznante cogida por el tercero de Miura en una tarde que afrontó con la cornada del pasado viernes
martes 22 julio, 2025
Así hemos narrado la lidia de Damián Castaño al tercer toro de Miura en Santander, un animal que lo prendió de fea forma en el contexto de una tarde en la que hacía el paseíllo convaleciente de la cornada recibida por un toro de Escolar el pasado viernes en Mont de Marsan.
