La Villa de Íscar vio crecer y dar sus primeros pasos a Darío Domínguez, e joven novillero que nunca pisó una Escuela Taurina: “lo que he aprendido del toreo ha sido gracias a los matadores de toros que han estado a mi lado”, así lo afirma el que con tres años ya se vestía de luces para jugar al toro, afición heredada por parte de su abuelo y su padre.
Recuerda su época de novillero sin picadores como algo bonito, ya que “sirvió para conocer el toreo”. Debutó en Lodosa (Navarra), “toreé las pocas novilladas que iban saliendo, año tras año, hasta llegar al día de hoy”. La etapa con caballos se vio algo afectada, el COVID-19 y las circunstancias personales, hicieron que Domínguez estuviera un tiempo alejado de los ruedos, “no ha sido un camino fácil, pero recorrerlo ha merecido la pena”.
El próximo domingo se doctora como matador de toros en su Íscar natal, “es el sueño que tengo desde niño, siempre he deseado este momento, en mi plaza y con mi gente”. En la ceremonia, actuará Emilio De Justo como padrino y Pablo Aguado como testigo, “es un día especial, acompañado por dos figuras a las cuales admiro, me siento privilegiado”.
Pese a la dificultad de la profesión, Darío Domínguez está cumpliendo con su labor de preparación de cara a la temporada, “el matador de toros Javier Herrero, al cual admiro, es quien me acompaña en mis entrenamientos, llevamos todo el invierno trabajando”. Con ideas claras afronta su compromiso con el toro, “quiero mostrar mi evolución” , sin olvidar a las personas que le acompañan, “siempre agradecido a quienes me apoyan, al Ayuntamiento de Íscar y a la empresa por hacer posible que haya llegado hasta aquí”.
“Me encuentro preparado, me gustaría no parar y seguir toreando, pero soy consciente de lo difícil que es este mundo.”
DOMINGO 6 DE AGOSTO, PLAZA DE TOROS DE ÍSCAR
19:00 H. – EMILIO DE JUSTO, PABLO AGUADO, DARÍO DOMINGUEZ
TOROS DE VALDEMORO.
