David de Miranda cerró, este jueves, una tarde que Huelva nunca olvidará. Ese cénit llegó con el tercero, indultado. Más cuajado que los toros lidiados en primer y segundo lugar fue el tercero de la tarde, un burraco de Pereda que se ganaría la vida gracias a su gran fondo de bravura. Se trató de un ejemplar al que le costó tomarla por abajo en el capote, un astado que tomó con fuerza una vara en un tercio donde se le midió el castigo. Poco a poco el animal fue saltándose y tomando los capotes por abajo tanto en su lidia como en el ajustado quite por chicuelinas. Pronto, fijo y alegre en su galope David aprovechó esa velocidad del animal para dejar un estoico inicio por estatuarios. A su aire el toro era otro, de ahí que Miranda no dudara en llevarlo enganchado y apretarle por abajo. Transmitía una barbaridad el burraco de Pereda, un toro serio en todo el sentido de la palabra, un ejemplar que pese a no tener ese ritmo sostenido del segundo si mostró carácter cuando no se llevaba domeñado. David volvió a abrirse en canal para entregarse a una embestida de gran verdad. Sacó gran donde el astado, ese que aprovechó para cancelar muletazos hondos y profundos. La plaza era un clamor pidiendo la vida para un toro que se entregó a un torero que nunca le dudó, una de las claves para que el animal fuera poco a poco a más y sacara todo lo que llevaba dentro.1
GESTA
David de Miranda: una tarde que Huelva nunca olvidará
jueves 1 agosto, 2024
El onubense completó de forma triunfal, con indulto incluido, su gesta en su tierra