ENTREVISTA

David Galván reaparece en Manzanares: «Es el inicio de un verano de argumentos y exigencia para seguir escalando donde quiero»


martes 8 julio, 2025

A escasos días de su reaparición, hablamos con el torero gaditano sobre su regreso y los retos que le esperan este verano.

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David Galván. Foto: Luengo

David Galván se recupera favorablemente del percance sufrido el pasado 28 de junio en Soria. El gaditano vuelve el sábado a Manzanares, tras su arrolladora actuación del pasado año —con la que se alzó con el Premio Ignacio Sánchez Mejías—, en una cita que tendrá lugar con toros de Monte de la Ermita al lado de Borja Jiménez y un sustituto de Víctor Hernández. Tras un mes de junio pleno de triunfos en plazas como Santisteban del Puerto, Istres o Algeciras, Galván se adentra ahora en un mes de julio repleto de retos: un mano a mano con Emilio de Justo ante los toros de Victorino Martín en La Línea (20 de julio), y su esperado debut en Santander ante los Miura (22 de julio). A escasos días de su reaparición, hablamos con el torero gaditano.

¿Cómo estás, David?

—Estoy con muchas mejores sensaciones, con las vistas puestas ya en el sábado. Quiero reaparecer en Manzanares, y sueño con seguir en la senda que venimos marcando. Este mes de junio ha sido muy fructífero: además de los triunfos de la última semana, dejamos una faena importante en Navas de San Juan, y otra de inspiración en Istres. Luego llegó la tarde de Algeciras, que fue muy especial por lo que significa esa ciudad para mí. Se aglomeraron la capacidad y el sentimiento, y creo que por eso tuvo tanta repercusión: porque fue un triunfo de dimensión y de fondo, el que venía soñando desde hace tiempo.

Y justo al día siguiente, el rabo en Navas de San Juan…

—Sí, un animal de Garcigrande. Pude expresarme en plenitud. Y aunque en Soria llegó el percance, no me dejó ninguna secuela mental. Me cogió toreando, asentado. El toro estaba haciendo cosas bastante deslucidas, no parecía que hubiera posibilidad, pero mantuve la fe, empecé por bajo con la muleta y lo fui metiendo… la gente entró de lleno. Me cogió en la segunda tanda por el pitón derecho. El toro se orientó. Pero, repito, no me dejó secuelas porque me cogió entregado.

¿Qué significa para ti volver a Manzanares, y además hacerlo tanto en esta plaza trascendental para la historia del toreo como en este cartel con tantos alicientes jóvenes?

—Manzanares el año pasado supuso un punto importante en mi temporada. Entré como sustituto de Borja Jiménez, gané el Premio Sánchez Mejías, y eso me permitió volver este año con toda la ilusión. Que sea además la reaparición le da un peso especial: hay una carga profunda, poética, cultural y torera en esa plaza. Me llena de alicientes. Además, la afición me acogió con los brazos abiertos, y sé que este año esperan con mucha ilusión mi participación. Incluso la Peña Taurina de Manzanares quiere repetir momentos previos conmigo.

En el horizonte hay retos de peso: Victorino, Miura, Pedraza de Yeltes… ¿Qué nos puedes contar de lo que viene?

—Dentro de esta temporada tan importante y apasionante, con tardes clave como la de Sevilla o las dos de Madrid —sobre todo la primera, con la vuelta al ruedo—, ahora llega un mes de julio muy completo. Reaparecer en Manzanares, luego el mano a mano con Emilio de Justo en La Línea con los Victorino, la corrida de Miura en Santander, luego Pedraza de Yeltes en Dax… Y después vendrán Málaga, con un cartel precioso con toreros que estamos llamados a tomar el relevo, y Albacete con otra corrida de Victorino. Son alicientes que marcan el camino, el que he venido labrando.

¿Es este el verano más exigente de tu carrera?

—Sí, es un verano de suma exigencia por los hierros que voy a lidiar. Pero eso también es lo bonito: que prácticamente todas las corridas son acontecimientos en sí mismas. Me alimenta mucho que la gente se emocione, que sienta ilusión por verme. Eso me compromete más. Es el inicio de un verano de argumentos y exigencia para seguir escalando donde quiero.

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Galván a hombros de Algeciras. Foto: Viedma