JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO /
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO
De pactar con el
diablo por reaparecer a hablar con Dios cada tarde está el trecho del destino,
de la voluntad y de la suerte de las que sólo David Mora tiene la respuesta. Y
las tiene porque ha vivido la experiencia del dique seco y la gloria llena. Del
dolor inhumano y el cielo a metro y medio del suelo, izado sobre el costalero
que esta temporada atestiguó su momento. Al toledano le quedan tres tardes en
el abono isidril después de torear en Valencia y Sevilla. Llega curtido a esta
a batalla, con el corazón gastado de recibir cariño en el triunfo pero el
escudo reventado a defensas contractuales.
Fue importante la
tarde de Sevilla, ¿cómo analizas tu lote y tu actuación?
Sobre
todo, pude sacar la embestida de ese primer toro mío. Al principio no se veía
con un comportamiento de triunfo importante y, a pesar de los primeros tercios
en los que no aparentaba que iba a ser importante, a base de apostar en los
inicios de faena rompió. Cuando se sintió el animal podido entregó esa
transmisión en su embestida. A veces embestía desordenado el animal, pero luego
sacó de lleno su entrega. Uno de los valores añadidos a la tarde fue también no
venirme abajo, con ese No Hay Billetes en los tendidos.
Era el primer golpe sobre la mesa de la
justicia con la que los empresarios están empezando a tratar a David Mora
después de ser el triunfador de San Isidro 2017.
Pues
sí. Quizás uno tiene que seguir dando el 100 % de uno. El paso por Vistalegre
fue importante. Valencia, por las circunstancias, no fue de mis mejores tardes.
Uno a veces no se encuentra con la misma mentalidad que otras tardes para que
rueden las cosas. Pero lo de Sevilla ha sido muy importante. Sentí el
reconocimiento de la afición y sobre todo la empresa en términos generales ha
sabido reconocerme lo que hice en 2016.
Estamos a unas horas de que hagas el paseíllo
en la primera plaza del mundo. Si el hierro de El Pilar tiene un torero predilecto
que ha sabido aprovechar la suerte de grandes toros en tus manos ese es David
Mora.
Sí, por
ejemplo en Sevilla. He podido disfrutar muchos años de esa ganadería. Es una
ganadería que tiene una personalidad propia por esos primeros tercios, en los
que hay que saber hacer muy bien las cosas y llevarles por donde ellos quieren.
Y luego en la muleta rompen y eso lo he podido comprobar. Como todo en la vida,
hay momentos que tienen parones de que no terminen de rodarte las cosas, pero
así es la vida misma. Es una ganadería que ha sido muy importante para mí en
muchos momentos de mi carrera.
Parladé es la siguiente parada junto con
Garcigrande. Tres carteles que hacen honra a ser el torero triunfador de la
Feria del año pasado .Supongo que, a priori, feliz.
Uno no
sabe cómo acertar en Madrid, porque es una plaza muy imprevisible, pero a
priori muy bien. En el toreo nunca dos y dos son cuatro, sino que es algo que
surge, y espero que haya entendimiento también con esas dos ganaderías. Ojalá
pueda disfrutar y el público entienda que seguimos ahí y qye somos capaces de
seguir en las ferias y siendo base de muchos carteles.
En cuanto al resto de la feria y ya como
aficionado, pendiente de todo supongo.
Por
supuesto. Tiene muchos alicientes cada corrida. Uno está pendiente e informado
de cada una de las tardes. Estoy metido en mis compromisos, pero atento a lo
que ocurre. Creo que cada uno con su responsabilidad todo lo que hacen posible
la tauromaquia son importantes en su lugar. Que sepamos valorar lo importante
que es ir a Madrid tanto como ganadero como con torero y como aficionado. Es la
plaza más importante del mundo y lógicamente Es algo que se pasa mucho en los
momentos previos y deseo que a todos nos salga como queremos.