LA TARDE EN PLATA

Una reflexión profunda sobre el lugar donde se deben picar los toros mansos


martes 27 mayo, 2025

Cuando los toros mansean de forma tan evidente, no se les pica desde el primer momento, incluso en el toro que hace puerta? Esta decisión podría evitar el cúmulo de capotazos que, a la postre, condiciona el desarrollo de la faena de muleta y resta posibilidades de lucimiento al matador.

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Foto: Olmedo

En una tarde condicionada por la mansedumbre de los astados de Dolores Aguirre, dos nombres brillaron con luz propia: Curro Javier, magistral con el capote, e Iván García, firme y preciso en banderillas. Ambos subalternos se erigieron como los protagonistas más destacados de un festejo en el que la entrega y la técnica se impusieron a la complicada condición del ganado de Dolores Aguirre.

Sin embargo, el comportamiento huidizo y deslucido de los toros en los primeros tercios plantea preguntas que no por incómodas dejan de ser necesarias. ¿Por qué, cuando los toros mansean de forma tan evidente, no se les pica desde el primer momento, incluso en el toro que hace puerta? Esta decisión podría evitar el cúmulo de capotazos que, a la postre, condiciona el desarrollo de la faena de muleta y resta posibilidades de lucimiento al matador.

Y aún más: cuando un toro se marcha descaradamente a los terrenos de toriles, como ocurrió en más de una ocasión, ¿por qué no se ejecuta allí mismo la suerte de varas? Obligar a los lidiadores a arrastrar al toro de un extremo a otro del ruedo no solo fatiga innecesariamente al animal, sino que rompe el ritmo y la coherencia de la lidia.

Son cuestiones que merecen una reflexión honesta, tanto por parte de las cuadrillas como del palco, en busca de una lidia más adaptada a las condiciones reales del toro actual. Porque si de verdad queremos poner en valor la integridad de la fiesta, quizá haya que empezar por reconocer lo que no se hace bien y plantear alternativas que respeten la lógica del toreo… y del toro.