ENTREVISTA

Las contundentes declaraciones de Adolfo Martín: «Yo busco un toro más toreable, pero una vaca buena (por tonta) no dejo ni una»


sábado 29 marzo, 2025

La entrevista al ganadero tuvo lugar días antes de su paso por la primera plaza del mundo el pasado domingo, 23 de marzo.

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Adolfo Martín en el callejón de Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

Hablar de la vacada de Adolfo Martín es hacerlo de un hierro con personalidad propia, una ganaderíacon un sello muy marcado, esa que ha sabido adaptarse a aquello que pide el aficionado de hoy en día sin olvidar las señas de identidad de su encaste. Días antes de su paso por Madrid -para abrir temporada- el programa radiofónico Clarines y Timbales quiso contar con un ganadero que siempre ha sido fiel a una forma de ver y entender al toro bravo.

Faltaban pocos días para su cita con la primera plaza del mundo, coso donde lidiaría seis ejemplares de gran cuajo y seriedad para abrir temporada. Un festejo donde se lidiarían varios ejemplares que rozaban los seis años para tres toreros que en 2024 habían dado un golpe sobre la mesa en una plaza dura, pero muy agradecida con esos espadas que se entregan. Como si fuera una conversación en una barra de bar o en una conversación informal, esta fue variando más hacia una conversación que hacia una entrevista propiamente dicha.

En un momento de la misma, uno de los miembros del programa le preguntó sobre la evolución de la ganadería en sus últimos años y el momento por el que actualmente se encuentra: “La evolución de la ganadería ha sido la de buscar un toro más toreable. Yo he buscado las cualidades de la humillación y el temple. El toro malo, sale sin que lo busques” explicaba Adolfo Martín. “También te digo otra cosa, en los comienzos, la ganadería tenía una chispa más emocionante, pero eran toros más complicados. Y en estos momentos, a la ganadería le estoy pidiendo más en los tentaderos. A una vaca buena (tonta) no la dejo. Yo he buscado una regularidad” comentó.

Sobre la corrida a lidiar en la primera plaza del mundo este explicó lo siguiente: “Venimos a Madrid con la cabecera de camada, y luego a lo mejor hay corridas de toros con menos volumen que salen muy buenas, de embestir bravas. Pero el toro de Madrid es muy grande, los puyazos son dos por lo menos, el caballo es muy grande… por eso Madrid es más difícil y tienes que venir con cinqueños”.

Muchos han sido los animales importantes que ha lidiado este hierro a lo largo de su historia saliendo a colación los nombres de Mulillero o Chaparrito: “Personalmente me quedo con Mulillero. El toro tiene una lidia muy larga y al llegar a la faena de muleta ya está orientado, y no es fácil. El toro desarrolla inteligencia, aprende mucho, y llega un momento que si ese toro no aprende y sigue al mismo ritmo, hubiera sido un indulto de 10 en Madrid. Porque el toro fue bravísimo”.

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Uno de los toros de Adolfo Martín el pasado domingo en Las Ventas. © Plaza 1

Pero ahí no quedó la respuesta del ganadero afincado en tierras cacereñas: “Este toro es un animal muy listo, que tiene mucha capacidad. Se le da en los puyazos, se le torea con el capote, empuja y se arranca desde los medios, el toro se come a todo el que salía en banderillas, era pronto… y es tan larga la lidia, que el toro cuando se coge la muleta, a la segunda serie, dice que aquí se ha acabado la fiesta”.

Adolfo no ha olvidado a un ejemplar que tampoco han olvidado aquellos aficionados que tuvieron oportunidad de verlo: “Fue un toro bravísimo. Y tuvo un detalle de bravo hasta para morir, porque cuando el toro se tumba, se echa ya muerto. Y lo va a apuntillar el puntillero, y de rodillas lo quiere coger. No se dejaba apuntillar por delante. El presidente no le dio la vuelta al ruedo, y aunque la muleta no fue fácil, soportó una lidia muy larga”.

“Luego, el toro Chaparrito fue muy completo, un animal muy importantes y con enormes cualidades: de 31 premios en Madrid ese año, le dieron 30. Fue completísimo” explicó para finalizar una entrevista que se puede escuchar completa pinchando sobre estas líneas.