El espada francés tras pasaportar al primero de su lote habló de la siguiente forma en los micrófonos de OneToro: “Ha sido un toro noble y con calidad pero sin chispa. Este tipo de animales valen para cualquier plaza menos para esta, yo me sentí con él pero con razón o sin ella parte del público ya se puso a la contra. Me voy contento, creo que aproveché sus virtudes de un animal al que le costaba ponerle ritmo amén de afligirse a la hora de la suerte suprema”.
También acudió a los micrófonos para valorar su faena al cuarto, un animal que tampoco dio opciones de triunfo: “Hay toros que no dicen nada y este ha sido uno de esos. Desde esta mañana se veía que tenía un problema en la mano pero nadie hizo nada por dejarlo fuera de la corrida, esto también debería denunciarse para que no pase más. Como te dije no debería haber entrado en la corrida. Grande era, pero tenía un defecto que lo iba a condicionar en su lidia”.
Así contamos los dos toros que lidió Castella hoy en Madrid
‘Bonoloto’ era el primero, un castaño bragado de 581 kilos, toro número 101 de 581 kilos al que Christian Parejo dejó bellas verónicas a pies juntos y chicuelinas de inicio. Toro cuajado y pesador, bien hecho y bajo, que tras las varas de Alberto Sandoval quitó Castella por delantales y le respondió con el capote a la espalda y firmísimo el gaditano. Buenos pares de Antonio Chacón y Miguel Ángel Sánchez, que se desmonteraron. Tras la ceremonia de confirmación, brindó al tendido el gaditano, que se pasó por la espalda en péndulos al toro en un comprometido inicio de faena. Y fue estructurado una obra con la firmeza como base y la largura en los finales de serie como eje. Plenamente entregado Parejo a la humilladora condición a menos del animal, dejando ver no sólo el torero que es sino el que puede ser. Buena imagen en su confirmación. Cuando el toro se vino a menos, intentó llegarle más a las cercanías, dejando un epílogo por estatuarios pasándose a milímetros al toro. Y acabó por dejar una estocada en la que se tiró recto, y aunque cayó algo trasera fue efectiva. Ovación tras aviso.
Muy en Atanasio el hondo cuarto, de nombre Cantinillo, de 595 kilos, de El Puerto de San Lorenzo y frío de salida. No pudo lucirse de capa Castella. En el caballo de Agustín Romero, el toro empujó y se le dio lo suyo. Sometedora la lidia de José Chacón, exponiendo Viotti y López en los pares. Quiso decir Castella quién mandaba en un prólogo de faena por abajo, y una trincherilla también muy baja. Toro de tranco rebrincado y que pegaba un tornillazo al final del viaje, con el que Castella porfió por ambos lados y luego lo pinchó, dejó una estocada posterior y varios descabellos. Silencio tras aviso.