Juan del Álamo, tras la finalización del cuarto toro esta tarde en Vistalegre, señaló al micrófono de Toros sobre los tres puyazos que le dio que “yo había cambiado el tercio ya, pero al escuchar las protestas de los aficionados quise ponerlo una tercera vez en el caballo. El animal sí que ha humillado mucho, pero luego no tenía recorrido. El toro ha sido distinto en la muleta que en el capote; al principio ha obedecido muy bien”.
Las sensaciones de la tarde “han sido buenas; en mi segundo toro he toreado despacio, pero es una pena no poder redondear”.