CURIOSIDADES

El día que Rafael Alberti hizo el paseíllo en la plaza de toros de Pontevedra


miércoles 20 julio, 2022

Un hombre que siempre defendió sus ideas por encima de todo: un amante de la literatura, la poesía y cómo no, del toreo.

Rafael Alberti
Rafael Alberti en el callejón de la plaza de toros de El Puerto de Santa María

El poeta Rafael Alberti fue miembro de la Generación del 27, gran amante de la tauromaquia y considerado uno de los mayores literatos de la llamada Edad de Plata de la literatura española. Pero existe una anécdota muy curiosa sobre Alberti y el mundo de los toros que no es conocida por la gran mayoría de la sociedad: el gaditano -nacido en la ciudad de El Puerto de Santa María el 16 de diciembre de 1902- se puso el traje de luces en la plaza de toros de San Roque de Pontevedra un tres de julio de 1927 a las órdenes de su gran amigo y admirado torero Ignacio Sánchez Mejías.

Rafael Alberti recordaba su divertida experiencia como banderillero de Ignacio Sánchez Mejías. El torero, ante la penuria económica del poeta, le ofreció entonces formar parte de su cuadrilla y firmaron incluso el contrato para una corrida en este coso de Pontevedra. Rafael Alberti vistió un traje naranja y negro, utilizado por el torero durante su luto por la muerte de su cuñado Joselito. Todo ello lo contó en el programa «A pleno Sur» emitido el 1 de septiembre de 1989 en Canal Sur.

“Yo era un gran amigo del torero Ignacio Sánchez Mejía. Me decía que como poeta me iba a morir de hambre, que los poetas no ganan nada. Te voy a nombrar banderillero de mi cuadrilla y te voy a pagar muy bien, aunque de pronto no pongas banderillas. Me dio un traje naranja negro, que se había hecho de luto por la muerte de su cuñado Joselito. Salí, hice el paseíllo y me dijo: ‘Métete en ese burladero’. Estuve viendo toda la corrida en el burladero, ante la burla del maestro”.

Enrique Parra Ferrandáns, “Parrita”, escribe en el libro Historia de la Plaza de Toros de Pontevedra (1832-1988) de mi Agenda Taurina, editado por el Concello de Pontevedra: “Era habitual que Sánchez Mejías patrocinase a muchos poetas de aquella generación. Sin embargo, y a pesar de los miedos de Alberti de que el público lo abuchease, la mayor parte de los espectadores no se enteraron de la presencia de Alberti”.

“He sido siempre un gran aficionado a los toros, a pesar de estar tantísimos años, creo que veintiuno, sin ver una corrida -por su exilio americano-. Sigo pensando que los toros son una fiesta única, llena de cosas inexplicables. Ser torero me parece también algo maravilloso, casi mágico. Yo siento una gran admiración por la fiesta” contó en alguna ocasión el poeta gaditano.

Alberti fallecería el 28 de octubre de 1999 a los 92 años de edad en su ciudad natal. Sin duda un hombre que siempre defendió sus ideas por encima de todo: un amante de la literatura, la poesía y cómo no, del toreo. Una vida llena de buenos momentos pero de otros que le hicieron salir de España debido sus ideas políticas. A su vuelta a España tras instaurarse la democracia, es elegido diputado por el Partido Comunista de España, pero renuncia a su escaño para proseguir su tarea literaria y dar recitales por toda España. El 20 de junio de 2007, ocho años después de su fallecimiento, la Biblioteca del Instituto Cervantes en Nápoles fue designada con el nombre de Rafael Alberti.