REDACCIÓN
«El segundo de la tarde no ha terminado de romper, aunque tenía
buenas cualidades y, cuando le hacías las cosas despacio, reaccionaba bien. El
novillo por el izquierdo se frenaba un poco más, por eso he intentado estrujarlo
más por el otro pitón. Tuvo suavidad en los toques desde el capote y lo
agradeció en los lances.
En ambos toros he tratado de ponerlo todo. He entregado mi corazón y me voy satisfecho,
pero lógicamente siempre quiero más y aquí se viene a otra cosa. Seguiré arreando para abrirme el camino,
aunque ahora se pueda poner algo más difícil. La voltereta da igual, lo
importante es alcanzar lo que quiero”.