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Diego Carretero vuelve en Blanca: “El inicio de temporada fue bueno pero eso ya no cuenta”


viernes 11 agosto, 2017

“Estar tiempo sin vestirme de luces me ha servido para madurar, para aprender y para continuar liberando sensaciones que las tengo que poner sobre la mesa ahora”

“Estar tiempo sin vestirme de luces me ha servido para madurar, para aprender y para continuar liberando sensaciones que las tengo que poner sobre la mesa ahora”

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

El domingo vuelve a vestirse de luces en Blanca. Casi dos meses después. El pasado 26 de marzo Diego Carretero pegó un toque de atención en Las Ventas como semanas antes lo había hecho en Valencia. Dos éxitos que le convirtieron en lo que es, uno de los novilleros más importantes del escalafón y uno de los más esperados. Novillero con personalidad propia, algo inusual. Un valor seguro en estos tiempos. Tras los triunfos de inicio de campaña –con oreja incluida en Madrid- Carretero afronta ahora las reválidas que cada campaña afrontan los mejores novilleros: las citas de mayor prestigio de septiembre. El domingo arranca en Blanca un periplo de responsabilidad con compromisos de envergadura como Dax, Albacete, Villaseca, Mont de Marsan, Algemesí,  o Arnedo. Ahí es nada. Diego Carretero, vuelve a escena.

Tras los triunfos de la primera parte de la temporada y tras un periodo de inactividad por la falta de novilladas, el domingo en Blanca arrancas el segundo tramo de un curso importante., ¿cómo analizas esta primera parte de la temporada?

Fue un inicio muy importante pero eso ya no cuenta. Fui triunfador en Valencia, en Madrid hubo cosas importantes pero ahora estoy centrado en el presente que es un presente de responsabilidad y donde tengo que demostrarme muchas cosas a mí y a los aficionados. El principio de temporada fue bueno pero ahora hay que demostrar que los entrenamientos y el tiempo aportan una evolución y un sitio que hace crecer delante de los animales. Eso es en lo que ahora estoy centrado de verdad.

Han sido casi dos meses sin vestirte de luces. El sistema no da muchas opciones a los novilleros en junio y julio. ¿Sirven estos parones para madurar?

Sí, sobre todo tener las cosas mucho más claras y a querer torear. En mi caso, este tiempo sin novilladas me ha servido para evolucionar dentro de mí, para buscar cosas dentro, para no venirme nunca abajo y canalizarlo todo en positivo. No puedo parar a pensar en el hecho de estar sin torear, sino en saber que estos parones son una oportunidad para entrenar más, para torear de salón, para interiorizar un aprendizaje que espero poder desarrollar en la plaza a partir de ahora. El toreo es aprendizaje y es liberación de sentimientos, al menos así lo veo y lo siento.

Mirando hacia el futuro, Diego. Tienes compromisos cruciales en plazas que marcan el futuro inmediato de los novilleros. ¿Qué sientes frente a todas esas citas?

Ilusión y sobre todo ganas de torear. Siempre digo que hay que crecer toreando y es verdad. No me obsesiona triunfar por triunfar si no logro demostrarme a mí mismo lo que soy como torero o si no expreso lo que llevo dentro. Los triunfos son necesarios y los busco, pero es muy importante la parte espiritual de la tauromaquia y esa va conmigo siempre y se la quiero mostrar a los aficionados. Como dices, son compromisos cruciales los que tengo a partir de ahora, pero voy uno a uno. Cada tarde, cada novillo, cada cite, cada quite, cada lance, cada instante de la lidia es una ocasión irrepetible y la quiero aprovechar, porque ser torero es algo irrepetible que me hace sentirme feliz y en paz conmigo mismo.

Por último, no quisiera concluir sin echar la vista atrás, al menos como referencia. Has hecho el paseíllo este año dos tardes en Madrid, cortando una oreja con mucha fuerza. ¿Qué sensaciones te dejaron esas dos tardes?

Las sensaciones fueron positivas porque así deben ser. Lo bueno, lo malo y lo regular, debe servir para aprender, para corregir errores y mejorar las virtudes. Ni quiero ni puedo quedarme solo con lo bueno. Me gusta saborear el toreo y eso implica reflexionar sobre todo lo que se hace en la plaza. En Madrid hubo cosas muy bonitas, muy especiales. Las Ventas es lo que es por lo especial que es y en esas dos tardes hubo muchos sentimientos encontrados de los que salí fortalecido. Sentí los olés de Madrid, corté una oreja que fue un premio a la superación, he sentido también la exigencia de Madrid y de todo eso se aprende y ayuda a crecer. Pero como te he dicho antes, todo eso es pasado. Como lo es también, la importante tarde de Valencia, donde en unas circunstancias muy difíciles por el tiempo que hacía, tuve que tirar de mi entereza para salir a flote y dejar claro que quiero ser torero por encima de todo. Pero todo eso, ahí quedo. Ahora el futuro lo tengo que conquistar en el presente. El futuro es presente. Y a crecer se aprende toreando.

 FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO