Diego Urdiales desprende un aroma inconfundible a torería que rezuma por los cuatro costados. La tauromaquia añeja, la pureza y el clasicismo han sido el único camino a seguir durante toda su carrera, por arduo y complicado que fuera a veces. Y es que hay apuestas que entrañan grandes riesgos y la de Urdiales de mantenerse fiel a sí mismo y al concepto que le hace sentir el toreo es una de ellas. Pero la resiliencia y la entereza al final tienen recompensa. Lo ha podido comprobar un torero bendecido por la afición y por el mismísimo Faraón de Camas, admirador confeso de la tauromaquia del riojano. Después de un 2020 en blanco, se vistió de luces en marzo en Ubrique y volverá a hacerlo el sábado en Villanueva del Arzobispo en un cartel de los que invitan a soñar con el toreo.
Urdiales se enfundará el chispeante el próximo sábado en Villanueva del Arzobispo en un cartel diseñado con la intención de que la afición pueda degustar y paladear el toreo caro. El riojano trenzará el paseíllo junto a Emilio de Justo y Juan Ortega para estoquear una corrida de Santi Domecq, uno de los hierros más en forma del campo bravo. “Tengo mucha ilusión por torear en Villanueva. Es un cartel con una ganadería y dos toreros que están en muy buen momento, que ha levantado mucho interés y que ojalá sirva para dar una inyección de moral a la afición, al toreo y a nosotros mismos” señala.
Atrás quedaron los momentos complicados de un 2020 para olvidar, en el que Urdiales no pudo pisar ninguna plaza. “He intentado pasar todo esto lo más tranquilo posible dentro de la situación. Lo peor era la incertidumbre porque costaba mucho centrarse. No saber cuándo vas a torear es complicado, pero siempre tenía la esperanza de que todo pasara cuando antes” confiesa.
«No puede ser que una decisión como la de la feria de Sevilla se tome dos días antes, es una falta de seriedad y de los valores que nos han enseñado nuestros mayores»
Pese a ello, el de Arnedo siguió preparándose como siempre. “Aunque mentalmente no es lo mismo tener una fecha concreta que no tener nada, el resto de la preparación no ha variado” confiesa. “Ha habido entrenamientos y salidas al campo como cualquier otra temporada”. Finalmente, pudo regresar en Ubrique en marzo, con la corrida de Núñez de Cuvillo de la Gira de la Reconstrucción y recuperar así buenas sensaciones delante de la cara del toro.
La reciente suspensión de la feria de Sevilla supuso una gran decepción para el toreo. Así lo sintió Urdiales, que estaba anunciado dos tardes en La Maestranza. «Ha sido muy difícil. Hay que estar muy centrado para torear en una plaza tan importante como Sevilla y con la incertidumbre eso no era posible. No puede ser que una decisión para una feria como la de Sevilla se tome dos días antes, eso es una falta de seriedad y de los valores que nos han enseñado nuestros mayores” denuncia con indignación.
“Es frustrante y muy injusto, pero es la tónica de las decisiones que se están tomando en nuestro país. Se ha demostrado que ir a los toros es seguro y que el público es sensato y tranquilo, y no se entiende por qué se permiten unas cosas si y otras no. Es algo que no tiene sentido” señala Diego Urdiales en referencia a la suspensión del serial maestrante.
«Si yo sintiese que he alcanzado mi cota máxima como torero, no estaría en el toreo»
Esta temporada el riojano cumple 22 años de alternativa y aún no pierde la ilusión en seguir creciendo y evolucionando. “Si yo sintiese que ya he alcanzado mi cota máxima como torero, no estaría en el toreo. Me ilusiona el seguir creciendo, seguir siendo mejor y poder sentir cada día el toreo. El motor para poder estar delante es la ilusión y de momento todavía tengo” expresa.
«Cuando no soy capaz de hacer algo puro, no siento nada y cuando no siento nada no puedo transmitírselo a nadie»
Durante todos estos años, la pureza y el clasicismo han definido su tauromaquia y elegir ese camino entraña ciertos riesgos. “Creo que el toreo clásico forma parte de una continuidad de la historia porque en ella hay grandiosos toreros e intentar seguir esos cánones es el camino del toreo clásico. Torear con pureza y clasicismo conlleva muchos riesgos en todos los sentidos y uno tiene que estar dispuesto a asumirlos. A mí eso es lo que me hace sentir cosas grandes. Cuando no soy capaz de hacer algo puro, no siento nada y cuando no siento nada no puedo transmitírselo a nadie” señala.
Sobre el futuro del sector, Urdiales tiene claro que todo dependerá de la voluntad de todos los actores. “Hay que amar y respetar a la tauromaquia. Cuanta más gente haya en el sector que sea capaz de defender esos valores, más optimistas podremos ser. Tenemos la responsabilidad de luchar por esa esencia y por esos valores. La pandemia afectará a todos los sectores, pero con ilusión y seriedad podemos hacer que esto vaya hacia adelante” sentencia.