«Es aventurado decir cuándo abandonará el hospital, pero se encuentra
bien y estable y en 15 ó 20 días podría empezar a ejercitarse. Y en un mes
podría estar tentando”, ha asegurado este mediodía el cirujano Luis Ortega,
quien ayer operó a Miguel Ángel Perera en la enfermería de La Glorieta de la
grave cornada que sufrió en el abdomen.
El equipo médico que atiende al
torero extremeño en la UCI de la Santísima Trinidad ha ofrecido el último parte médico, destacando que «está animado y se encuentra
hemodinámicamente estable y consciente, no tiene fiebre, la herida tiene buen
aspecto y la última analítica no presenta ningún signo de infección, por lo que
la evolución es favorable dentro de la gravedad”.
Miguel Ángel Perera deberá permanacer aún un par de días en la UCI del
hospital salmantino y, aunque no han dado un plazo para que el diestro reciba
el alta, sí han asegurado que todo dependerá de cómo vaya la recuperación de
los vasos y venas afectados por la grave cornada y de la reconstrucción de la
masa muscular. «No hay plazos fijados, pero siempre hay un consenso médico
y en cuanto veamos que todo va bien, se irá para casa», según el cirujano
Luis Ortega, que ha estado acompañado por los doctores Martín Oliva y Rodríguez
Pérez.
En cuanto a la intervnención de urgencia realizada en la enfermería de
la plaza de toros, la más grave a la que se han enfrentado en Salamanca, han
subrayado que el torero presentaba un hemorragia profusa y que la operación fue
larga: «y entiendo que para la gente que espera fue mucho tiempo. Para
nosotros, insuficiente. Era muy grave», indica el doctor Ortega. La
operación se prolongó durante dos horas y media y Perera llegó consciente al
hospital de la Santísima Trinidad. «Durante el traslado ya estaba consciente
a pesar de que la gravedad de la cornada era importante y nos podíamos haber
encontrado cualquier cosa».
Sobre si en algún momento temieron por la vida de Perera, el doctor
Ortega ha respondido: «¿Cuando te sientas a jugar una partida, piensas que
vas a perder…? No dudamos de nuestra capacidad médica». También han
comentado que no quedará ninguna secuela de este grave percance: «Estamos
pendientes de las extremidades para que no pierda masa muscular».