Este domingo se han cumplido dos años de la muerte en Barcelona de Pedro Balañá Forts, propietario de la Monumental y personaje fundamental para entender el último siglo en la tauromaquia. Pedro Balañá heredó la empresa de toros, cines, teatros y espectáculos de su padre, Pedro Balañá Espinós, en 1965.
En 1977 cerró la plaza de Las Arenas donde empezaron y se centró en la plaza Monumental de Barcelona. Pedro Balañá Forts ha llevado los negocios con el mismo estilo que los llevaba su padre, Pedro Balañá Espinós: de forma muy personal y sin dejar nada fuera de la estructura familiar.
Dejó el negocio taurino taurino en manos de su hijo Pedro Balañá Mombrú, para dedicarse a los negocios familiares de cine y teatro. Fue hijo del fundador de la dinastía, Pedro Balañá Espinós.